Cual barómetro de los cambios culturales y alimenticios que ha sufrido el continente americano en los últimos quince años, las legumbres dejaron de ser parte fundamental de la dieta de los latinoamericanos para dar paso a la comida menos saludable.

Las humildes lentejas, frijoles o garbanzos son cada vez más escasos en la dieta de los países de América Latina, grandes consumidores hasta hace poco de las legumbres, “un tesoro latinoamericano que está en riesgo”, según la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Cambios en el estilo de vida provocados por la masiva migración campo-ciudad y la idea de que las legumbres son “una comida para pobres” complotan sobre el consumo de estos alimentos que para la FAO son un aliado fundamental en el combate al hambre y la obesidad en Latinoamérica.

“En gran parte de los países de América Latina el consumo de las legumbres está asociado a la pobreza”, dice a la AFP la profesora de la Universidad de Chile, Cecilia Baginsky, quien colabora con la FAO.

Cuando las personas dejan atrás la pobreza o mejoran sus condiciones económicas, comienzan también a dejar de consumir legumbres y optan por proteínas más caras, como las carnes.

El estilo de vida más acelerado que imponen las ciudades condiciona también el consumo de las 

Hoy es más difícil dedicar más tiempo a la preparación de los alimentos o pensar en dejarlas en remojo el día anterior. Con poco tiempo se opta por la pasta o el arroz, dice Baginsky. AFP.

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