Un hombre que parqueó su vehículo en una zona industrial, en la noche, jamás se imaginó que este terminaría destruido, y menos que los responsables de los daños fueran un grupo de perros callejeros.

Al día siguiente, cuando el dueño encontró el carro con múltiples daños, pensó que se lo habían intentado robar, así que llamó a la policía, que, al llegar, revisó las cámaras de seguridad, según Jalopink.

Cuando revisaron el material, los agentes quedaron sorprendidos al ver que un grupo de unos 10 perros rasgó el parachoques y destruyó gran parte del vehículo, sin razón alguna.

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