Antes de que ocurriera el ‘flashmob’, un tanque derramaba un líquido parecido al crudo en una calle concurrida.
La máquina era custodiada por personas vestidas con trajes de color negro y cerca de esta había un letrero que pedía al público que detuviera el desbordamiento del líquido.
Varios ciudadanos aceptaron el desafío y, pese a que les impedían el paso, llegaron hasta el tanque, cerraron su llave y lograron que el petróleo dejara de regarse.
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Después, apareció un grupo de personas con overoles blancos y traperos y enfrentaron a los vigilantes del crudo con un baile, al que se unieron decenas de ciudadanos.
Los guardias del petróleo perdieron la batalla, pues terminaron en el piso, mientras que su contrincantes celebraron su triunfo con un cartel que decía “el poder de la gente gana”.
La solicitud también busca tener un santuario protegido en el Polo Norte, informó Greenpeace.
Este es el ‘flashmob’, que ya tiene más de 100 mil vistas en la página de Facebook de Greenpeace:
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