El amor es una carrera de fondo. El amor se construye y tarda en armarse. La confianza hace parte de este proceso que se basa en el tiempo y en el aceptar al otro.  Aceptar para cada pareja incluye diferentes elementos, puede que tú no aceptes una infidelidad, pero puede que tu hermano sí, y tal vez tu primo tenga una idea de la infidelidad mucho más laxa que tú. Lo que importa es que tu pareja no te la juegue y, si tú no eres del mundo liberal, no es justo que te pongan los cuernos. Y si tu pareja no sabe que le eres infiel, cada vez que te vas con otra o con otro lo estás engañando, perdóname que te lo recuerde.

La infidelidad lo puede nublar todo y suele despertar el dolor porque es una de las caras más horribles del engaño. Si has sufrido una infidelidad, conviene que te hagas las siguientes preguntas:

¿Qué es lo que quieres tú?

¿Qué es lo que puedes aportar ahora mismo a tu relación?

¿Estás dispuesto a luchar por seguir a su lado?

¿Te ves preparado para perdonar?

¿Tu pareja está dispuesta a compartir estas respuestas a tu lado?

Si tu pareja desea compartir contigo y tú de forma consciente deseas perdonar y continuar, apuesta por un nuevo modelo de unión y aprende de lo que les ha pasado.

De no ser así, la respuesta que tu relación te está dando es muy clara. Entrarás en una nueva etapa sin esta pareja y te permitirás aprender de esta experiencia. Pero el problema de la infidelidad no se termina ahí, digamos que apenas se ha visto la punta del iceberg. Lo que hay que preguntarse es qué ha motivado esa infidelidad. Detrás puede haber respuestas que hablan de aburrimiento, tedio, ganas por algo novedoso, falta de compromiso, deseo por alguien más, anhelo de venganza, deseo por una pareja anterior, o físico cansancio por lo que hay en el amor diario. (Habrás visto que ninguna de estas situaciones es fácil de arreglar y pueden desatar una auténtica tormenta dentro de la pareja). Pero esto es normal y, hasta cierto punto, es entendible. No todos los humanos se adaptan de la misma forma a la situación de estar emparejados, ni todos tienen el mismo nivel de deseo, ni las mismas hormonas, porque también la testosterona y la adrenalina pueden tener mucho que ver en este asunto.

Sea como sea, la fuerza y la constancia serán tus aliados. En la medida en que vayas resolviendo estas preguntas y entendiendo estas respuestas estarás cada vez más preparado para ingresar en una etapa nueva.

Esto, por muy duro que sea, es una situación frecuente y, por lo mismo, hay que tener claro con qué tipo de reacción te identificas más: con el perdón o con el cierre de relación.

¡Te deseo la mejor de las suertes!

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.