El altercado entre los conductores quedó registrado en un video, difundido por Publimetro este jueves, en el que se aprecia que el taxista le cierra el paso y se baja a reclamar.

En medio del cruce de palabras, el pasajero que va en carro particular se baja airado y le dice entonces que lo transporté él, ya que el otro conductor reconoce que está prestando un servicio informal porque “no me dan trabajo en ningún lado”.

Aunque los dos conductores conversan sin agresiones, el pasajero pierde la calma y termina mandando a comer “mier$%&” al taxista, cuya reacción es parar otro taxi y prácticamente presionarlo para que se suba ya que le dice que él no lo piensa llevar.

Como en la grabación, que hace el taxista, se observa que el carro particular es un Chévrolet Swift, Publimetro dice que esa es una de las quejas que tienen los “usuarios” de la plataforma Uber ya que ahí se evidencia que la compañía “está aceptando carros viejos” para prestar el servicio.

No obstante, en comunicación con Pulzo.com, voceros de la compañía informaron que luego de verificar las placas del carro se pudo establecer que “no trabaja con Uber”, y que no tiene ninguna relación con la plataforma digital.

“Es muy lamentable la experiencia que estos ciudadanos vivieron, ya que ninguna persona debería ser hostigada por ejercer su derecho a la libre movilidad. Sin embargo, aclaramos que el vehículo que aparece en este video no ha estado activo en la plataforma de Uber”, explican voceros de Uber, a Pulzo.com.

Además, dicen, la empresa tiene ciertos parámetros para los vehículos que admite y claramente, por el modelo y tipo de carro, ese que aparece en el video no clasifica para trabajar con Uber.

Si bien la situación no pasó a mayores, hasta donde se observa la grabación, lo cierto es que esta conducta de retener a usuarios o conductores de Uber en la calle (así sea por sospecha de que trabaja con la plataforma) les podría acarrear duras sanciones a los taxistas.

“El hecho de que aún no se haya calificado si el servicio de Uber es legal o ilegal o bajo qué parámetros podría o no prestarse, no constituye razón suficiente para que el gremio de los taxistas incurra en vías de hecho, que podrían configurar conductas punibles”, explicó la penalista Diana Maya, en un artículo publicado, en octubre de 2015, por El Tiempo.

Esta conducta persuasiva, agrega el diario, podría ser calificada como secuestro y le daría al taxista hasta 20 años de cárcel.

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