Además de movilización y presión social por parte de los colombianos, analistas y congresistas exigen al Ejecutivo que frene los diálogos de paz que inició formalmente con esa guerrilla hace varias semanas. El secuestro de Salud Hernández, Diego D’Pablos y Carlos Melo es la tapa, afirman.

“Es un secuestro, es inadmisible, el Eln es sinónimo de secuestrador. Lo he dicho, reiteradamente, esa guerrilla no tiene voluntad de negociación, no tiene unidad interna, ellos están bastante fragmentados. No me sorprende, lamentablemente, porque su negocio ha sido el secuestro”, aseguró a Caracol Radio la representante a la Cámara Angélica Lozano.

Para el exministro de Trabajo Hernando Yepes, lo único positivo en las últimas horas es que el Gobierno, por fin, reconoció que sí es un secuestro, aunque el Ministro de Defensa fue criticado por referirse al hecho como una retención.

“(El Gobierno) Debe suspender todo conato de conversación y de diálogo con esa guerrilla, que tiene que por lo menos manifestar una vocación decidida a la paz o hacer conversaciones serias suspendiendo su actividad criminal”, aseguró en el programa Hora 20, de esa misma emisora.

A su turno, el exministro Carlos Holmes calificó como “gravísimo” el secuestro y dijo que el único camino es la liberación inmediata de los comunicadores. Así mismo, reconoció la mella que este hecho hace sobre los diálogos con el Eln.

“Por supuesto que el impacto que eso genera sobre los intentos de conversaciones formales con el Eln es un impacto muy severo, así que deben tomarse medidas claras para impedir que estos hechos vuelvan a presentarse en el curso de esas conversaciones”, sostuvo.

El senador del partido de la U Armando Benedetti fue más allá y consideró que la retención podría tener implicaciones, incluso, en el proceso de paz en La Habana.

“Ese secuestro de Salud Hernández, así sea del Eln, tiene repercusiones, coletazos muy importantes en el proceso de paz con las Farc. Lo cual nos pone a todos en vilo”, aseguró el congresista.

Según el diario El Espectador, ahora las cosas se complican con este secuestro y las presiones políticas para el Gobierno serán muchas. Incluso, cita al senador Ernesto Macías, del Centro Democrático, que aseguró que es una “vergüenza” que el Gobierno se haya demorado tanto para aceptar que los tres periodistas están secuestrados.

En línea con Macías, el representante a la Cámara Samuel Hoyos consideró que “el secuestro de periodistas en el Catatumbo es el costo de premiar a criminales con impunidad”, cita ese mismo diario.

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