Petro y Peñalosa les vieron la cara de pendejos a los bogotanos al engañarlos deliberadamente sobre sus credenciales académicas

Ambos, sin distinción, son unos mentirosos, critica Jorge Eduardo Espinosa en su columna de El Espectador. “La mentira la publicaron en entrevistas, en libros, en argumentos para tratar de ganar, en algunas hojas de vida que circularon por años en Internet. Petro usó la engañosa expresión “con estudios de doctorado en…”. Peñalosa reía en silencio, satisfecho y lleno de sí mismo, cada vez que alguna publicación, local o extranjera, lo trataba con la reverencia con la que se mira a los doctores, a los que están en la verdad”, agrega. Con esas mentiras —continúa este columnista— buscan pasar por encima de cualquier cuestionamiento sobre sus planes de ciudad, sobre sus políticas, sobre sus afirmaciones, porque son ellos los que saben. “Que los dos, Petro y Peñalosa, decidieran conscientemente engañar o permitir el engaño, dejar crecer la narrativa sobre sus supuestas virtudes, es prueba contundente de su carácter vanidoso, de lo tanto que su mundo, el creado por ellos, los convence, los seduce”.

 

Fase pública de la negociación con el Eln arranca con tres obstáculos interrelacionados

Y si no se superan, se mantendrían como palos atravesados en la rueda de la pacificación del país, advierte Carlos Alfonso Velásquez en su columna de El Nuevo Siglo. El primero son las posturas de arranque de los actores principales, pues en los jefes del Eln “parece haber interés en la solución negociada, pero al mismo tiempo algunos muestran no haber desistido de su proyecto estratégico de ‘resistencia armada’”, dice; el segundo es la vieja aspiración de esa guerrilla de lograr que sea la “sociedad civil” un factor decisivo en las negociaciones; y el tercero es el planteamiento de “transformaciones para la paz” según la agenda hecha pública. “¿Cuáles son? ¿Abandonó el Gobierno el criterio de que las negociaciones son para terminar la expresión armada del conflicto, luego de lo cual se construye la paz? ¿Dependen esas transformaciones de las deliberaciones con “la sociedad civil”?”, se pregunta.

La inesperada salida de su mano derecha puso a Santos ante la necesidad de un cambio del equipo de gobierno

La situación obligó al Presidente a tomar una decisión que había aplazado durante mucho tiempo, dice Pedro Medellín Torres en su columna de El País, de Cali. Y lo hizo, según este columnista, por tres razones: (i) se trata de un equipo que del agotamiento ya había entrado en un proceso de recalentamiento que debilitaba aún más la gestión presidencial; (ii) el gabinete se había desconectado por completo de la realidad territorial y de las exigencias del trabajo coordinado y con resultados como debía ser, y (iii) el equipo de gobierno había perdido la agenda estratégica de trabajo. Para este columnista, mientras el Gobierno se dislocaba, los problemas fueron adquiriendo una magnitud de proporciones.

No se puede negar la competencia inequitativa de Uber, pero tampoco se puede desconocer el aburrimiento con mal servicio de taxistas

En ese orden de ideas, José Amar destaca en su columna de El Heraldo que quienes están operando taxis con licencia están en desventaja frente a los que operan sin que tengan que pagar los cupos y los impuestos respectivos, pero critica que este es un negocio controlado por pocos contra una gran demanda del mercado. “El viejo modelo taxista, como una canoa deteriorada, hace agua por todos lados. Y, al igual que en el siglo pasado, nadie quiere alumbrarse con velas habiendo electricidad. El Estado debería regular asegurando la calidad del servicio. Así también se beneficiaría al usuario y no solo a los grupos de interés”.

Como la Selección Colombia contra Ecuador, Santos anotó goles brillantes en su visita a la ONU

La sesión especial sobre las drogas fue un verdadero triunfo de la política exterior colombiana, asegura Gabriel Silva Luján en su columna de El Tiempo. Según este columnista, el presidente colombiano metió al menos tres goles: abrir formalmente a nivel mundial una discusión alternativa sobre el modelo para enfrentar el asunto de las drogas, que tiene “un alcance paradigmático”; la firma, por más de 160 países, del Acuerdo por el Planeta, proceso en el que Colombia jugó un “papel protagónico”, y la puesta en marcha –por Santos y el Secretario General– de los trabajos necesarios para la participación de la ONU en la implementación del acuerdo de paz. “Es una señal que le indica al país los progresos que se están alcanzando en esa dirección. El partido termino tres cero a favor de Colombia”.

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