Las redes sociales acaban sustituyendo en cierta forma al periodismo

Eso queda demostrado con lo que hizo Facebook Live al trasmitir en directo los sucesos de terror que padecieron Estados Unidos y Francia en las últimas semanas, asegura Juan Carlos Gómez en su columna de El Espectador. Facebook no sabe ni quiere hacer periodismo, pero esa actividad les multiplica sus ingresos, “y por eso están felices, aunque lo disfracen de filantropía y humanismo, como lo hace Zuckerberg sin pudor”, agrega. Las redes significan “el fin de esa era en que los gobiernos podían controlar la información. En todo caso es un salto al vacío, donde el riesgo de la manipulación es infinito”, advierte

La universidad gratis no es viable, porque la educación buena cuesta, sino que incluso puede ser contraproducente

Alguien debe pagar esa educación, aclara Juan David Escobar Valencia en su columna de El Colombiano, y agrega —con base en un estudio de Shanta Devajaran, economista en jefe para el Medio Oriente y el norte de África del Banco Mundial— que la universidad gratis, fundada en la idea que es la solución mágica para salir de la pobreza puede provocar efectos contrarios porque cuando se proporciona algo gratis, aumenta su demanda. “Las universidades para racionar esa demanda exigen pruebas de ingreso y son los estudiantes pudientes que tuvieron buena educación secundaria los que pasan dichos exámenes y ocupan los cupos universitarios, pero sin pagar”, añade, aunque aclara que no solo cobrando se resolverán los problemas de la educación superior. “Hay que perfeccionar los sistemas de selección, seguir ofreciendo becas a los estudiantes de bajos ingresos pero estudiosos y aplicados, y asegurar los incentivos a las universidades para mejorar la calidad y a los estudiantes para que la exijan.

Mientras que Panamá amplió su canal en tiempo y costo récord, Bogotá no ha podido entregar un paso deprimido

Las obras en el istmo comenzaron en el 2007 y tardaron 9 años para construir dos complejos de esclusas de tres niveles, ensanchar y profundizar el cauce de navegación del Lago Gatún y las entradas en el lado del Pacífico y del lado Atlántico, a un costo de 5,250 millones de dólares, resume Juan Felipe Reyes en su columna de El Nuevo Siglo, y compara esa obra con lo que pasa con el “simple” deprimido de la calle 94 en Bogotá, “nada sofisticado”, que no tiene fecha para su terminación: “La mediocridad que nos caracteriza ha anunciado que la obra “se entregará por etapas”. De marzo a diciembre… ¿Qué es eso? La obra fue adjudicada en el año 2009 al Consorcio Conexión por 45,000 millones de pesos.  (Dos años después del inicio de la ampliación del Canal). Lleva 5 años de retraso en la entrega y la entregarán ‘por etapas’.  ¿Por qué todo lo de nosotros es incompleto, por etapas, de a pedazos, por no decir mediocre y chambón? Y nos queremos meter en un metro…”.

Luego del fracasado golpe en Turquía, el presidente Erdogan tiene la oportunidad para un cambio con democracia, o para la venganza

El mandatario es un hombre cuestionado por su carácter absolutista, así la población se haya movilizado para impedir el golpe militar, analiza El País, de Cali, en su editorial. Y recuerda que el jefe de Estado tiene varios frentes activos, algunos abiertos por él mismo: “su inocultable ambición de quedarse en el poder por largo tiempo empieza por el afán de establecer en Turquía un sistema presidencialista”, a lo cual se suma el problema kurdo y el de la frontera con Siria en donde los refugiados ascienden a dos millones. “Erdogan ha jugado a varias bandas en la cuestión del vecino y una de ellas, la de su tibieza inicial frente a los yihadistas ya comenzó a costarle caro, como lo ratifican los recientes atentados en Estambul. La otra carambola, la de plegarse a la lucha aliada contra los fundamentalistas tampoco le ha tributado toda la confianza que quisiera de parte de la Unión Europea y la administración Obama, entre otros”.

Fallo de la Corte Constitucional que ordena a un centro comercial a pedir perdón a un joven gay por maltratarlo es trascendental

Sobre todo, en las luchas sociales por los derechos de la comunidad LGBTI, remarca El Heraldo en su editorial. Además, destaca que es “una muestra de los éxitos que la sociedad civil en Colombia puede sumar con la práctica del litigio estratégico, que consiste en obtener jurisprudencia nueva a partir de un caso con poca relevancia inicial pero que contiene los elementos para crear derecho”. Para el diario barranquillero, estamos frente a una decisión de ampliación de oportunidades de protección frente a la discriminación, con la cual se ampara la dignidad humana. “Se trata de un nuevo paso que da la justicia para establecer la inclusión y la igualdad en una sociedad que se moderniza en sus instituciones y en sus prácticas para alcanzarla”, concluye.

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