Los otros nombres que se habían llevado el galardón, según la primera información difundida por el influyente diario capitalino eran, además de Bedoya, Leyner Palacios, Luz Marina Bernal, Constanza Turbay y José Antequera.

El error de El Tiempo, probablemente, obedeció a dos factores que se conjugaron hacia las cuatro de la mañana de este viernes, cuando el mundo se enteró de la decisión del Comité Noruego del Nobel.

El primero fue el hecho de que hizo carrera en los medios que los siete habían sido postulados por el parlamentario noruego Heikki Holmas, versión que también recogió Benedicte Bull, profesora de ciencia política de la Universidad de Oslo e investigadora de la Red Noruega de Investigación sobre Latinoamérica.

De ahí en adelante la bola de nieve creció. Y en Colombia cobró mayores dimensiones porque se metió en la discusión entre el ‘sí’ y el ‘no’ por el plebiscito. Efectivamente, los siete postulados quedaron en el sonajero de los medios porque ellos y buena parte del país (se cree que incluso los que votaron por el ‘no’) daba por descontado que el plebiscito refrendatorio de los acuerdos de La Habana iba a recibir el ‘sí’.

El segundo factor es humano: la noticia tomó por sorpresa a los colombianos, y a los mismos medios que seguramente tenían previsto, después de los resultados del plebiscito, cubrir la noticia del nobel como una más.

Pero no fue así. El premio Nobel de Paz 2016 fue para Juan Manuel Santos, y eso provocó la febril actividad mediática para difundir esa información. Con seguridad, El Tiempo publicó de inmediato un texto que ya tenía listo con el espíritu y los datos basados en la información que había corrido antes del plebiscito.

La publicación es ahora una anécdota más en el agitado mundo actual de la comunicación.

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