Uribe Medina era sacerdote en la iglesia de Santa Cecilia, corregimiento de Pueblo Rico (Risaralda), pero a comienzos de 2017 desapareció debido a la confrontación que tuvo con la Diócesis de Pereira por su postura frente a los mandatos del papa, informa Risaralda Hoy.
Según un documento expedido por monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, obispo de esa Diócesis, Uribe Medina fue apartado de la Iglesia y los feligreses no deben acatar sus preceptos hasta que “acepte la doctrina y enseñanzas del Vicario de Cristo”, agrega ese medio.
Esto, por haber dicho en una carta que Francisco maneja un doble discurso sobre el adulterio y que al único papa que reconoce como guía de la Iglesia Católica es a Benedicto XVI.
Así lo confirmó el mismo obispo Corredor, en diálogo con Noticias Caracol:
El padre suspendido dice que el papa admite el adulterio y que después dice que hay que perdonar por misericordia a los adúlteros. Él dice: ‘yo no puedo absolver a una persona adúltera que no se quiera convertir’”.
Además de esta dura crítica al Sumo Pontífice, el cura se opuso a abrir las puertas de su iglesia a personas de la comunidad LGTBI, a perdonar a feligreses que se fueron a otras religiones y luego decidieron regresar a la católica, y a entregar los sacramentos a personas divorciadas que se quieren volver a casar con una nueva pareja, concluyen los medios.
Por ahora, la Diócesis de Pereira analiza la posibilidad de aplicarle otras sanciones al sacerdote por sus actos de rebeldía hacia Francisco, aunque ni feligreses ni religiosos saben de su paradero.
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