Los animales hicieron su última aparición este fin de semana en uno de los más importantes circos estadounidenses, el Ringling Bros and Barnum & Bailey, poniendo fin a una tradición bicentenaria ante la presión de las organizaciones defensoras de los animales.

Seis elefantes aparecieron en la pista mientras el responsable del espectáculo, Johnathan Lee Iverson, declaraba que era un “momento histórico” para este circo legendario.

Tradicionalmente, los animales de este circo desfilaban en fila, tomando la cola de uno con la trompa de otro; simulaban que se acostaban a dormir o jugaban con un balón.

La mayor movilización en los últimos años de los grupos de protección de los derechos de los animales, que utilizando la vía judicial o acciones para sensibilizar al público, obligan a la industria del entretenimiento a evitar el uso de elefantes o de otras especies en sus espectáculos.

Muchas ciudades estadounidenses han establecido medidas que hacen muy difícil a los circos obtener permisos para presentar espectáculos si tienen números con animales.

Las organizaciones de derechos de los animales también han divulgado numerosos reclamos debido a la forma brutal en que se adiestra a los elefantes, que a menudo incluyen vejaciones físicas a los animales más pequeños para someterlos al ser humano, una de ellas son los llamados ganchos (llamados también ‘bullhook’ o ‘ankus’) que utilizan los domadores para pinchar a los enormes animales y obligarlos a obedecer.

La empresa Feld Entertainment Inc., que controla el circo Ringling Bros and Barnum & Bailey, anunció en marzo de 2015 su decisión de poner fin a los espectáculos con elefantes antes de 2018.

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