El encuentro entre Trump y Kim puede compararse fácilmente con otros que han tenido en el pasado presidentes de Estados Unidos con líderes de países enemigos, como el caso de Richard Nixon, que se reunió con el chino Mao Tse-Tung, o el de Ronald Reagan y George Bush padre, que se reunieron a su turno el soviético Mijaíl Gorbachov.

Para la reunión entre Trump y Kim Jong-un se barajan 2 opciones lógicas: las capitales, Washington y Pyongyang. Sin embargo, y mirando los mencionados ejemplos del pasado, el encuentro podría ser en un lugar neutro (Reagan y Gorbachov, por ejemplo, se reunieron en la neutra Suiza, en los años 80).

Pero además de las 2 capitales, hay otros lugares que tienen buenas posibilidades, justamente en aras de la neutralidad. Entre ellos están China, Japón, Corea del Sur, las Naciones Unidas (ya sea en Ginebra, Suiza, o en Nueva York) o la Zona Desmilitarizada de Corea, en la frontera que divide a los 2 enemistados países, informa The Guardian.

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Pero también hay una opción más ‘relajada’: la casa de Donald Trump en Mar-A-Lago, Florida, donde el mandatario estadounidense se ha reunido con otros homólogos, como el chino Xi Jinping, o su gran aliado en oriente, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe.

El medio italiano Corriere della Sera también apuntó a 2 de los mencionados sitios como posible lugar de encuentro: el paralelo 38, es decir, la Zona desmilitarizada, establecida después de la Guerra de Corea, en los años 50; y Suiza, donde Kim estudió y vivió algunos años en su juventud.

Christopher Hill, exembajador de Estados Unidos en Corea del Sur, se mostró en contra de una reunión en las capitales. “Mi consejo sería que el presidente [Trump] no debería viajar a Pyongyang. Tampoco debería invitar a Kim Jong-un a Washington“, dijo, y recordó que Bush padre y Gorbachov se reunieron en un crucero en Malta.

El asunto de la reunión de Trump y Kim, que podría ser en mayo, naturalmente ha despertado cierto optimismo, en parte por el acercamiento que ha habido en los últimos meses (y que tuvo su punto más alto en los Juegos Olímpicos de Invierno de febrero pasado en Corea del Sur). Sin embargo, el citado medio italiano matiza el entusiasmo y dice que si Kim falta a su palabra, el camino para una eventual guerra estaría despejado. Y eso sería catastrófico.