Los vientos de hasta 130 kilómetros por hora causaron al menos 121 muertos según el último balance en los estados de Uttar Pradesh, Rajastán, Uttaraján y Punyab, mientras que tormentas eléctricas mataron a 21 personas en el sur del país.

Las tormentas echaron abajo las frágiles viviendas de barro, matando a la gente mientras dormía.

De gran violencia, el viento arrancó los árboles de raíz, derrumbó los muros de las casas y derribó los postes de electricidad.

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En total 76 personas murieron en Uttar Pradesh, la provincia india más poblada, indicaron las autoridades, y el distrito de Agra fue una de las zonas más afectadas, con al menos 43 muertos.

En el desierto del vecino estado de Rajastán, en donde se registraron vientos de hasta 100 kilómetros por hora, 39 personas murieron.

El servicio meteorológico indio alertó que podrían registrarse más tormentas el sábado.

El director del departamento de gestión de crisis del estado de Telangana, R V Chandravadan, indicó que se producirían fuertes vientos en el sur de la región.

Con AFP