El pasado 16 de agosto el usuario de Twitter Tim Dee publicó unas imágenes que se hicieron virales. Una criatura varada en una playa de Scarborough, al norte del Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica. De largos tentáculos, piel rosada y aparentemente un solo ojo, el enorme animal estaba muerto. “¿Adónde vas, Moby Dick?”, se preguntaba Tim Dee en su famoso hilo.

Lo cierto es que se trata de un calamar gigante y la situación, aunque posiblemente muy peculiar para usted y para mi, no ha sido tan extraña en esa zona del mundo en los últimos meses. Dee contó en su Twitter que biólogos sudafricanos se acercaron al animal para tomar muestras y estudiar porqué terminó muriendo en una playa, cuando su hábitat natural se ubica a unos 2 mil metros de profundidad en el océano.

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Solo un par de meses antes, el 30 de abril, bañistas de Kommetjie, Sudáfrica, reportaron el cadáver de otro calamar gigante. Según reportaron entonces los testigos a medios como LivesScience, el animal medía unos 2,2 metros. En 2020 el periódico estadounidense The Washington Post reseñó la aparición de otro calamar gigante bebé en otra playa al noroeste de Ciudad del Cabo. Incluso había rociado un poco de su tinta.

Los calamares gigantes son cefalópodos, una familia de animales que está en la Tierra hace más de 60 millones de años. Debido a la profundidad en la que suelen nadar, solo fue hasta 2004 que los científicos reportaron y grabaron por primera vez un calamar gigante vivo y nadando. Lo hicieron investigadores de la del Museo Nacional de Ciencia de Tokio. Lo captaron en las aguas del mar de Japón y medía más de ocho metros de longitud.

Mucho antes, en 1969, científicos norteamericanos encontraron el cadáver de un calamar gigante de 18 metros de largo en Clarke (EE. UU.). Pese a estas apariciones, de este animal la ciencia sigue desconociendo importantes datos de comportamiento. Los ejemplares que quedan varados en la plata, como el que encontró Tim Dee, ayudan a los científicos a descifrar esa información.

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A pesar de lo que se ve en las imágenes, los calamares tienen dos ojos. Y de hecho, sus ojos son los más grandes del reino animal, pues pueden medir hasta 25 cm de diámetro. Este animal tiene, además de ese ojo gigante, otro mucho más pequeño. Cada uno de ellos tiene funciones distintas: el grande se ha adaptado para mirar hacia arriba, mientras el pequeño observa el agua más profunda y oscura.