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El miércoles 30 de agosto, Corea del Norte disparó dos misiles balísticos y simuló un ataque nuclear contra Corea del Sur. Es la respuesta ofensiva de Pyongyang a los 11 días de maniobras militares de Seúl y Washington, que finalizan el jueves 31 de agosto. Los medios de comunicación estatales han detallado el plan de contraataque a posibles ofensivas estadounidenses, incluida una ocupación del territorio surcoreano. Una señal más de las crecientes tensiones entre las Coreas.
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Aviones de combate sobrevolaron varias veces la capital surcoreana el jueves 31 de agosto. Un espectáculo poco habitual que simboliza la carrera armamentística a ambos lados de la frontera. Aunque se trata de un ensayo para un desfile militar en Seúl a finales de septiembre, el entrenamiento tiene lugar en un contexto especialmente tenso.
Tras disparar dos misiles balísticos hacia la medianoche local del miércoles por la noche, Corea del Norte, país al que soldado huyó por “maltrato en el Ejército de EE. UU.”, mostró su respuesta a los ‘gángsters militares surcoreanos’ en sus medios de comunicación estatales. Ante la mirada de Kim Jong-un, el Ejército Popular simuló ataques nucleares tácticos contra objetivos militares y presentó sus planes de ocupación de la península en caso de ataque.
“El ensayo pretende enviar un mensaje claro a los enemigos”, advirtieron las fuerzas armadas de Corea del Norte en un comunicado publicado por la agencia de prensa estatal KCNA.
Los proyectiles volaron 360 kilómetros antes de caer en el agua, dijo el mando del ejército surcoreano.
Esta comunicación marcial se produce pocas horas después del despliegue de bombarderos estadounidenses B1-B en el marco de unas maniobras conjuntas con Corea del Sur, país donde millones de personas amanecieron siendo 2 años más jóvenes, que finalizan el jueves. Pyongyang considera que se trata de un ensayo general para una invasión de su territorio y así lo está haciendo saber.
Las desavenencias entre las dos Coreas siguen aumentando, mientras se acercan a sus respectivos aliados. Estados Unidos ha declarado que Corea del Norte y Rusia están negociando activamente un contrato para suministrar armas norcoreanas en relación con la guerra de Ucrania.
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