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A través de redes sociales, circulan videos en los que un hombre es entregado por la guardia indígena a la Policía Nacional en La Guajira. Este hombre, es señalado de asesinar a golpes a su hijastra, una niña perteneciente a la comunidad indígena wiwa de tan solo 5 años de edad, en hechos ocurridos en el Resguardo Kogui Malayo Arhuaco, ubicado en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Esta persona habría tratado de huir, una vez ocurrido el hecho, pero su mismo padre lo habría entregado a la guardia indígena para que respondiera por lo sucedido.
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Los hechos habrían ocurrido el pasado 26 de diciembre, a las 3 de la madrugada en el resguardo antes mencionado, donde el hombre sostuvo una fuerte discusión con su pareja sentimental, madre de la menor, con quien solo llevaba 3 meses de relación, que se escondió del hombre para evitar que la maltratara.
De acuerdo con información suministrada por las autoridades indígenas, el hombre decidió ir a la vivienda donde se encontraban los tres hijos de la mujer, de 5 años, 3 años y 6 meses, y allí, este hombre habría agredido a la menor en varias oportunidades, hasta acabar con su vida.
La menor indígena fue trasladada hasta el puesto de salud del corregimiento de La Junta, jurisdicción del municipio de San Juan del Cesar, al sur de La Guajira, donde lastimosamente, se confirmó su llegada sin signos vitales.
A través de un comunicado, el ICBF, rechazó este hecho y señaló que la situación sería verificada por un grupo interdisciplinar que no solo se enfocará en el caso, sino en la situación de los menores de edad de estas comunidades indígenas.
“El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en conjunto con las entidades que conforman el Sistema Nacional del Cuidado, rechaza el asesinato de la niña Bernardina Gil Izquierdo de 5 años de la etnia Arhuaco-Wiwa en La Guajira”, señaló el comunicado.
Además, continuó con el establecimiento del trabajo articulado entre la Comisión Nacional de Mujeres Indígenas, el ICBF, la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo, que se encargará de realizar una verificación del estado de derechos de los niños, niñas y adolescentes de comunidad wiwa.
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“Este es un caso aberrante que no puede pasar como una cifra más, por eso hemos creado una comisión especial que verificará la situación en particular, pero que también trabajará con la comunidad del pueblo Wiwa para verificar temas como el cuidado parental y las posibles vulneraciones de derechos de la niñez”, enfatizó al respecto, Astrid Cáceres, directora general del ICBF.
Pulzo complementa:
La violencia contra los menores en comunidades indígenas es una preocupación seria que requiere atención y acción.
Los niños indígenas a menudo enfrentan desafíos únicos, incluida la discriminación, la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos. Además, la violencia puede manifestarse de diversas formas, como el abuso físico, emocional y sexual, así como la explotación laboral
. Estos menores, al ser parte de comunidades con sistemas culturales distintos, a veces pueden enfrentar barreras adicionales para informar sobre abusos o buscar ayuda.
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