Son jóvenes y hermosas, y ninguna de ellas supera los 25 años de edad. Aceptaron hacer parte de un provechoso negocio de venta de café y comidas rápidas a cambio de un salario superior al que recibirían si trabajasen en negocios tradicionales.
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“Queremos que las mujeres se sientan ellas mismas, con plena libertad y que hagan lo que deseen hacer, incluso, hasta ser presidente de los Estados Unidos”, dice la página de ‘Bikini Beans’ al exponer las razones que dieron origen al negocio.
Ofrecemos un salario competitivo, enseñamos habilidades interpersonales, y proporcionamos una plataforma única que facilita el avance personal de nuestras baristas en un ambiente divertido, estimulante y extraordinario”.
En las sugestivas imágenes, que inundan sus redes sociales, se aprecia que las baristas son capaces de atraer un número de clientes que hacen fila para comprar lo que ofrece el menú.
Siempre tienen una sonrisa en su rostro y poco a poco resuelven a su favor la estrategia diseñada por los propietarios de la tienda de café, pese a las críticas sobre el uso denigrante de la figura femenina para buscar resultados comerciales rápidos.
Una publicación compartida de Bikini Beans Espresso (@bikinibeansespresso) el
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