Acostumbrados a que las imágenes de McCurry redescubren el mundo (es el autor de la fotografía La niña afgana publicada en 1985), sus seguidores no podían creer que una foto suya, tomada en una calle de La Habana, quedara en evidencia un error de edición que desató de inmediato la polémica sobre la originalidad de su trabajo.

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Quien se dio cuenta del aparente error y lo publicó en su blog fue el artista italiano Paolo Viglione. Desde ese momento, no han cesado las críticas contra el fotógrafo estadounidense quien solo ha respondido que se trató de un error de impresión.

Foto: PetaPixel
Foto: PetaPixel

“Trato de ser tan riguroso en todo lo que pueda en la revisión y supervisión de mi trabajo, pero muchas veces las imágenes se imprimen y se envían cuando estoy lejos. Eso es lo que ocurrió en este caso. No hace falta decir que lo que sucedió con esta imagen fue un error por el que tengo que asumir la responsabilidad”, respondió al sitio PetaPixel.

No obstante, desde que estalló el escándalo algunas personas curiosas enviaron fotografías aparentemente alteradas de McCurry. En algunas de ellas se nota que el editor clonó imágenes de personas y objetos para intensificar el contenido del mensaje.

Foto: PetaPixel
Foto: PetaPixel
Foto: PetaPixel
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Esta situación la aprovechó Peter van Agtmael, colega de McCurry en la revista Magnum, para quien las palabras “verdad” y “objetividad” son cuestionables en todos los niveles del periodismo, y que cualquier hombre que trabaje en periodismo debe ser transparente, destaca Time.

Steve McCurry no ha respondido sobre estas supuestas alteraciones que habrían sido hechas en su laboratorio, mientras que Viglione se ha disculpado con el legendario fotógrafo por generar una inesperada ola de mala prensa en su contra.

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