Según Daily Mail, el éxito del británico retumbó por cerca de una hora y media en la casa de Sonia Bryce, en un barrio de la ciudad de Willenhall, Inglaterra.
Además de la música, se escuchaban golpes, gritos e insultos, de acuerdo con Clare Tidmarsh, vecina y madre de 5 niños pequeños.
Tidmarsh llevaba meses sufriendo a causa de su vecina, que ya había sido arrestada en otra ocasión, por el mismo motivo. Indicó que la canción de Sheeran sonando repetidas veces fue “la gota que derramó el vaso”.
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Un juez envió a Bryce, madre de 3 hijos, a prisión por 8 semanas, por “un nivel totalmente inaceptable de perturbación por medio de música, gritos e insultos que salían de su casa”.
Por su parte, Bryce negó lo ocurrido e indicó que la canción de Sheeran “ni siquiera le gusta”, sin embargo, su vecina registró todo el alboroto.
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