La empresa de helados de La Campiña es muy recordada en Colombia por sus icónicos productos y las paletas que se vendían a las afueras de los colegios en los carritos particulares que tenían una muy recordada canción con la que recorrían los barrios de la ciudad.
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Esa imagen no se volvió a ver y hay muchos que aún recuerdan a la icónica compañía, pues ven con nostalgia como han ido desapareciendo los vendedores ambulantes que comercializaban los helados con pepitas de colores, galletas y salsas.
Sin embargo, para alegría de muchos hay un local de La Campiña que aún funciona en Colombia y que no es muy conocido. En ese lugar venden todos sus productos y tiene los colores de la empresa, los cuales son verde y blanco.
El sitio está ubicado en el municipio de Subachoque, Cundinamarca y venden varios productos, incluso no solamente helados. También se encuentran hamburguesas y otros alimentos que se pueden degustar. Este es el único negocio que le queda a la compañía después de su extinción.
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Su desaparición se dio porque en 2019 la empresa anunció que se retiraba del mercado porque, según Portafolio, buscaban “acoplarse al nuevo entorno de negocios”, algo que nunca se logró, ya que cerraron su planta de lácteos en 2016, vendieron propiedades y terminaron con un déficit de 1.000 millones de pesos para seguir con socios que no quisieron aportar.
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