Desde su llegada el 20 de junio de 2016 a la selección de Brasil, tras la salida de Dunga, el extécnico de Corinthians cambió el estado anímico y el estilo de juego de un equipo que venía sin ideas y que no demostraba ninguna seña del tan admirado buen tratamiento del balón o ‘jogo bonito’.

Tite logró que Brasil mostrara de nuevo la garra que muchas personas esperaban y el balance no puede ser mejor. Ocho encuentros y ocho victorias con siete partidos oficiales y un amistoso.

Brasil logró subir de la sexta posición al liderato de la clasificación al mundial de Rusia 2018 con 30 puntos a falta de cinco fechas; además suma 10 puntos más que el puesto del repechaje en la quinta posición, actualmente ocupado por Ecuador.

El entrenador de 55 años ha mostrado su capacidad de mantener una mente abierta con respecto al juego y las convocatorias de jugadores, además de las diferencias tácticas con respecto a las selecciones de Scolari y Dunga.

Tite se ha consagrado como el técnico que Brasil necesitaba, pero a pesar de las victorias el DT, aún se mantiene modesto y considera que la selección debe prepararse mucho más para un mundial.

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