Inicialmente, el volante marroquí Anouar Kali recibió tarjeta amarilla por una fuerte entrada sobre Lasse Schone, del Ajax.

Sin embargo, el futbolista del Williem II no se esperaba que el juez Danny Makkelie pidiera la revisión de las repeticiones de la jugada a su colega Pol van Boekel, “un árbitro que estaba sentado en una pequeña furgoneta con seis pantallas de televisión en el Amsterdam Arena”, cuenta The Guardian.

Por su parte, dice el portal ‘Who Ate All the Pies’ que apenas fueron unos 10 segundos de deliberación entre el juez y el asistente, a través del auricular, tras considerar que la falta fue muy fuerte para su gusto y sacarle la tarjeta roja al autor de la infracción. Cabe decir que la decisión final siempre la va a tomar el réferi que está parado en la cancha.

Esa misma publicación recuerda que el asistente de video se utiliza para comprobar decisiones controversiales como goles dudosos, penales, tarjetas rojas y fueras de lugar.

Cuenta The Guardian que este jueves se invirtieron los papeles: el árbitro que expulsó a Kali pasó a ser de video, y el que estaba con las cámaras fue el árbitro central entre Feyenoord y el OSS.

En cuanto a Anouar Kali, los medios del mundo no lo crucifican sino que lo empiezan a llamar el “pionero” en esa materia.

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