Hace 4 años, el taekwondista valduparense hacía su debut olímpico y sorprendía a Colombia y al mundo con su aparición en el podio. Su presea “no estaba presupuestada”, reconoce el Comité Olímpico Colombiano.

Era la quinta medalla de Colombia en los juegos británicos y la 16ª en la historia del país, reposando en el cuello de un desconocido joven de 19 años, nacido en Ariguaní (Magdalena), y criado desde los 3 años en la ‘capital mundial del vallenato’.

“Óscar, después de los Juegos de 2012, sufrió un bajón grande. Él entró en una zona de confort debido a todas las cosas que se le dieron”, revela a El Heraldo Álvaro Vidal, el entrenador de Muñoz en Valledupar.

Una olimpiada más tarde, el medallista olímpico recuperó su mejor nivel y volverá a los Juegos gracias a sus triunfos sobre el guatemalteco Francisco Palacios y el ecuatoriano Leyner Congo en el selectivo continental de la disciplina que se disputa en Aguascalientes, México.

“En esta pelea, me parece que estuvo extraordinario”, manifestó Vidal al diario barranquillero al momento de la clasificación.

Estoy viendo al mismo Óscar de Londres, con las mismas características, aguerrido y, además, muy sereno”, expresó Vidal.

Muñoz perdió la final de la categoría de 58 kilos del clasificatorio con el dominicano Luisito Pie, cuenta la agencia Efe, se quedó con la medalla de plata, pero inscribió su nombre junto al de Doris Patiño como representantes nacionales en el taekwondo olímpico.

Ahora, con su nivel en alza y la experiencia de pisar un podio olímpico, Muñoz es una de las principales cartas colombianas para figurar en el medallero de Río 2016.

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