[Al final de esta nota encontrará un sondeo para que opine]

La mirada realista:

  • Colombia nunca ha derrotado a Brasil por eliminatorias. Han jugado 10 veces: 5 empates y 5 victorias de la ‘verde amarela’.
  • Hace 40 años y 11 meses, ninguna selección suramericana le ha ganado un partido de visita oficial a Brasil. Solo dos selecciones lo lograron en los últimos 66 años, según datos del estadígrafo Álvaro Hincapié.
  • Lo peor de Brasil ya pasó. El título olímpico en Río 2016 fue como la resurrección del fénix, la llegada de Tite cambió el ambiente en el camerino y la goleada del jueves en Quito ratificó el buen momento de los pentacampeones del mundo.
  • Neymar está enchufado, parece jugar más suelto sin la responsabilidad de ser capitán y ha encontrado un socio ideal en Gabriel Jesus.
  • Brasil tendrá a su favor al público, revitalizado por la hazaña olímpica, en el primer partido como local posterior a los Juegos.

La mirada de la ilusión:

Pero los récords están para romperse, la selección mayor de Colombia solo ha perdido un partido oficial en 2016, y esta noche necesita los tres puntos para mantenerse en el grupo de clasificados. Estos son los datos para ilusionarse:

  • Por eliminatorias, Colombia no pierde en Brasil hace 16 años.
  • El último partido oficial entre las dos selecciones (en la Copa América de Chile) favoreció a Colombia.
  • El buen momento de la selección. En 2016, tiene un pleno de triunfos por eliminatoria y finalizó en el podio de la Copa América Centenario.
  • Es un equipo sólido, con una regularidad cimentada por el tiempo de trabajo del mismo cuerpo técnico. Brasil, en cambio, está en renovación, Tite apenas está ensamblando su equipo. Momento de aprovechar.
  • James Rodríguez se crece con la selección Colombia, su mejor versión se vio justamente en Brasil, y su buen momento podría ser la carta de la victoria para los dirigidos por José Pékerman.

…O la mirada triunfalista:

Hay una tercera forma de ver en encuentro esta tarde: la de la masa que se deja llevar y traer por los alaridos triunfalistas de los locutores en las encendidas promociones de radio y televisión en las que se invita a seguir a través de esas frecuencias el partido.

Los histriónicos comunicadores casi que se desgañitan ofreciendo un encuentro único en la historia, en el que Colombia, por miles de razones
traídas de los cabellos, entre ellas el patrioterismo, se perfila como el inminente ganador.

 

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