En diálogo con Pulzo, Galindo señaló que el tercer puesto en el medallero general, detrás de Valle y Antioquia, respectivamente, “no fue un resultado cercano al esperado”, y que se deben destacar aspectos como que “Bogotá tuvo una delegación muy joven” y que “la representación femenina sacó la cara al aportar la mayor cantidad de oros”.
“También tuvimos casos muy exitosos en deportes de conjunto como fútbol y fútbol sala masculino, en donde hubo medalla de oro”, añadió.
Sin embargo, aclaró que la evaluación de lo hecho debe corresponder “a cada atleta con su entrenador”, pues la meta de Bogotá era ganar los Juegos.
Además, resaltó la labor organizativa y de inyección de recursos que tuvo la delegación para que nada quedara al azar: “Fue evidente el esfuerzo desde lo administrativo, lo técnico y lo metodológico. Ahora queda para repetir toda esta actividad, pero sostenida en el tiempo, desde 2020 hasta los próximos Juegos, porque eso al final mantiene el nivel y el rendimiento”.
Y concluyó reflexionando sobre el compromiso que los atletas tienen que tener: “Ellos también deben responder, ya que no solo la entidad [IDRD, Instituto Distrital de Recreación y Deporte de Bogotá] es la que tiene que dar el 100 % en cada proyecto, el deportista también lo debe hacer”.
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