Norma Briseño, una emigrante mexicana natural de Guadalajara, rompió el cordón de seguridad montado en la entrada del hotel Hyatt Park, en el centro de Chicago, buscando la firma de ‘la pulga’ para su hijo Karlo.

Cuando Messi salió del autobús en dirección al acceso al hotel, Norma le abordó, tomándole el brazo derecho, pero la policía intervino de inmediato para expulsarla.

Me dio mucho miedo porque (los policías) me estaban agarrando con mucha fuerza y amenazando. Ver a Messi es muy difícil. Es súper difícil verlo y si no arriesgas algo, no lo consigues. Era una oportunidad entre un millón”, dijo entre lágrimas.

Norma, de 40 años, podía haber sido detenida según la ley estadounidense, algo que no sucedió y posteriormente los periodistas le preguntaron cómo se sentía por haber tocado a Messi.

Me siento bien, pero no quería lastimarlo, aunque le hice rasguños cuando la policía me arrastró”, finalizó.

Con: EFE

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