Mitos y verdades del blanqueamiento dental

El doctor Jaime B. Jerez, presidente de una reconocida clínica dental en Colombia, habló con la revista Carrusel sobre este procedimiento.

Explicó que esta técnica consiste en aplicar un gel especial en los dientes (peróxido de hidrógeno o carbamida), que se activa con una luz especial dentro del consultorio. En algunos casos se puede dejar actuar en casa, con ayuda de férulas dentales especialmente diseñadas.

El experto aconseja que antes de considerar un tratamiento de blanqueamiento se corrija la postura de los dientes, si es necesario, y asegurarse de que estos se encuentran sanos, pues si presentan alguna afección, el resultado podría no ser el esperado y podría causar problemas mayores.

Mitos y verdades:

1. El blanqueamiento dental produce sensibilidad: verdad parcial

Luego de realizado el tratamiento, el paciente puede experimentar una leve sensibilidad que desaparece a los pocos días. Si el procedimiento no se realiza de manera adecuada o no lo hace un profesional confiable, el compuesto activo del blanqueamiento puede penetrar hasta los nervios y producir hipersensibilidad.

2. Durante el tratamiento se deben evitar ciertos alimentos y bebidas: verdad

Los expertos recomiendan disminuir el consumo de cigarrillo y bebidas oscuras, pues pueden afectar el resultado. Después de realizado el procedimiento también es importante moderar su consumo.

3. Los tratamientos blanqueadores de venta libre pueden usarse sin supervisión médica: mito

Jerez asegura que pueden usarse, sin embargo, es necesario recibir la opinión y asesoría de un experto, con el fin de que se haga de manera correcta y evitar que las encías se lastimen.

4. Cepillar los dientes con mezclas caseras como bicarbonato y limón blanquea los dientes: mito

Este tipo de combinaciones no tienen potencial para blanquearlos y, por el contrario, pueden resultar abrasivas, dañar el esmalte y debilitar los dientes.

Jerez advierte de que es importante acudir a clínicas de trayectoria reconocida, que cuenten con personal capacitado e instalaciones en las que los consultorios estén separados de las salas de cirugía.