Foco del deseo sexual está en la juventud de las mujeres y la madurez de los hombres

Esa es la conclusión de un estudio que evaluó la edad en que las personas consideran a otras más atractivas y las características que generan atracción.

La investigación ‘Búsqueda aspiracional de compañeros en los mercados de citas en línea’,  publicada este mes en la revista Science Advances concluyó que las mujeres son más atractivas para el sexo opuesto a los 18 años, mientras los hombres lo son a los 50.

Estos resultados los arrojó el análisis de 200.000 usuarios heterosexuales de cuatro ciudades de Estados Unidos que utilizan un servicio gratuito de citas en línea y la interacción que tenían a partir de mensajes recibidos.

Según eso, a las mujeres les gustan los hombres de 50 porque creen que son más maduros e inteligentes. En cambio, los hombres desean una mujer más joven porque no tienen preparación profesional y es menos probable que prefieran su trabajo o éxito a su pareja o familia, pues les interesa tener hijos y su fertilidad.

“El gradiente de edad para las mujeres definitivamente sorprendió, tanto por el hecho de que disminuía ininterrumpidamente a partir del momento en que tenían 18 años hasta que cumplían 65, y también por lo pronunciada que era esta disminución”, le dijo Elizabeth Bruch, coautora del estudio a The New York Times.

Por su parte, Michelle Drouin, psicóloga experta en relaciones, le dijo a ese diario que no estaba sorprendida porque “las preferencias de las personas que buscan compañeros en línea reflejan una aspiración, pero no necesariamente lo que la gente quiere en la vida real. Un hallazgo clave del estudio fue que la mayoría de los usuarios enviaron mensajes a personas que eran más deseables que ellos mismos”.

Entre tanto, el estudio también reveló que existe una dependencia clara y consistente de la etnia, pues las mujeres asiáticas y los hombres blancos son las parejas potenciales más deseables, según las medidas en las cuatro ciudades.

Por último, los datos revelaron que el atractivo de un hombre aumentaba con un grado más alto de estudios, pero las usuarias se hacían menos atractivas si tenían postgrados. Drouin considera que eso se puede deber a la “disponibilidad” de tiempo que se esperaría de las mujeres.