El hipo, conocido científicamente como “singulto,” es un fenómeno muy común y generalmente inofensivo que ocurre cuando el diafragma, que separa el pecho del abdomen, se contrae de manera involuntaria e irregular. Esto provoca una inhalación rápida de aire, seguida de un cierre repentino de la epiglotis (una estructura en la garganta) y produce el sonido característico del hipo.

Aunque la causa exacta del hipo no siempre es clara, puede desencadenarse por varias razones, como:

• Comer o beber demasiado rápido.
• Consumir alimentos picantes o muy condimentados.
• Beber bebidas gaseosas de forma excesiva.
• Emociones intensas, como el estrés, la emoción o la ansiedad.
• Cambios bruscos de temperatura en la garganta.
• Irritación del diafragma debido a una distensión estomacal o reflujo gastroesofágico.
• Consumo excesivo de alcohol.

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Por lo general, el hipo desaparece por sí solo en unos pocos minutos. Para aliviar el hipo, se han sugerido los siguentes ‘tips‘ caseros.

‘Tips’ efectivos para quitar el hipo

• Beber un vaso de agua lentamente es uno de los métodos más comunes y efectivos para detener el hipo. Trate de beber sin interrupciones ni sorbos rápidos.
• Realice respiraciones profundas y lentas para relajar el diafragma. Inhale profundamente por la nariz y exhale lentamente por la boca.
• Algunas personas encuentran alivio al beber agua muy fría o con hielo.
• Tome una cucharadita de azúcar y sosténgala en la boca durante unos minutos antes de tragarla. Esto puede estimular los nervios que controlan el diafragma.
• Algunas personas encuentran alivio al presionar suavemente sobre los lóbulos de sus oídos durante unos segundos.
• Contenga la respiración durante el máximo tiempo que pueda. Esto en ocasiones puede ser una solución muy efectiva.
• Algunas personas encuentran que chupar un limón puede ayudar a detener el hipo debido a la acidez de esta fruta.
• Un pequeño sorbo de vinagre, como el vinagre de manzana, puede estimular la garganta y detener el hipo. Sin embargo, el sabor puede ser desagradable.
• Además, algunos han informado que introducir un objeto suave en el oído, como un hisopo de algodón, y moverlo suavemente puede detener el hipo.
• A veces, un susto inesperado o una sorpresa pueden interrumpir el patrón del hipo y detenerlo.

Sin embargo, es importante recordar que la efectividad de estas recomendaciones puede variar de persona a persona, y lo que funcione para uno puede no funcionar para otro.

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*Este artículo fue escrito y curado por el equipo de Robby Bienestar con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano.