Argentino retó a vendedor de caipiriñas a ‘la 21’ y lo pasearon; brasileño ni se despeinó

Para nadie es un secreto que el ‘clásico de las Américas’ entre Brasil y Argentina es uno de los de mayor rivalidad en el mundo del fútbol. Cada vez que hay un choque entre ambas selecciones, así sea de carácter amistoso, sus hinchas sí o sí quieren terminar como los vencedores.

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Este martes 21 de noviembre no fue la excepción, puesto que ambos equipos se enfrentaron por la sexta fecha de las Eliminatorias al Mundial 2026.

Horas antes del juego, el canal argentino TyC Sports llegó a una playa de Río de Janeiro para conocer las impresiones acerca del juego, pero lo que no se imaginó el periodista del medio fue que iba a presenciar un inesperado reto.

Video de hincha argentino retando a vendedor de caipiriña

El reportero del canal estaba entrevistando a un seguidor de la ‘Albiceleste’ y le puso el reto de hacer 21 toques con el balón. Al escuchar esto, un vendedor de caipiriñas —bebida brasileña muy famosa— se interesó.

Sin imaginarlo, el seguidor argentino lo retó a ver cuál de los dos hacía más toques y el brasileño no dudó en aceptar. Pero lo que cogió por sorpresa a más de uno fue que el vendedor pidió hacer el reto sosteniendo la bandeja de caipiriñas en uno de sus brazos e incluso aseguró que si se le caían les iba a regalar bebidas a todos los presentes.

Acá, el video del reto:

El primero en comenzar fue el argentino e hizo un poco más de 50 toques con el balón. En ese momento, el brasilero le puso picante a la actividad y aseguró: “Si se me cae algo, caipirinhas para todos”.

Los hinchas argentinos, incrédulos, celebraron eso y pensaron que beberían gratis un vaso de caipiriña. Sin embargo, el vendedor tomó el balón y comenzó a hacer ‘la 21’ de una manera impecable.

De hecho, los argentinos comenzaron a tirarle arena de la playa para que dejara caer el balón, pero este ni se inmutó y continuó como si nada evitando que el balón cayera al suelo.

Finalmente, el brasilero completó más de 60 toques y se dio el lujo de hacer varias ‘vueltas al mundo’ sin dejar que las bebidas se cayeran: una completa humillación.