El sujeto se hizo el procedimiento estético siguiendo un tutorial que encontró en internet, sin guantes y sin seguimiento médico.
A veces la vanidad puede hacernos cometer errores que ninguno está preparado para afrontar. Esta vez los hechos registrados sucedieron en Brasil, donde un hombre asombró a toda una clínica al ser internado por tratar de realizarse una rinoplastia casera, la cual intentó conseguir siguiendo unos tutoriales que encontró en internet.
El hombre confesó que usó algunos utensilios improvisados, lo que lo llevaron finalmente a terminar en la sala de urgencias.
El paciente habría llegado al hospital con una grave herida en su rostro, misma que fue tratada rápidamente por los profesionales que se encontraban en ese momento en su turno, quienes luego de atenderlo, lo remitieron a la unidad de psicología.
“Luego de ser recibido por el equipo médico de salud mental, el paciente fue atendido por el equipo oral y maxilofacial que limpió la herida, vendó y brindó orientación sobre los cuidados necesarios”, comentaba uno de los médicos que atendió el caso que hoy en día se ha vuelto viral.
Los materiales que utilizó el hombre fueron, alcohol para desinfectar la zona a tratar sin hacer uso adecuado de guantes, luego suministró una anestesia veterinaria y terminó aplicando pegamento en su rostro. Por fortuna el sujeto salió libre de este altercado, ya que después de recibir la atención médica, fue dado de alta.
Ante lo sucedido, las autoridades sanitarias de la región hicieron un llamado de atención a la ciudadanía para que no se hagan procedimientos estéticos o quirúrgicos en general siguiendo tutoriales de internet ya que esto puede desatar graves lesiones, e incluso el fallecimiento de las personas, quienes terminan aplicándose un mal medicamento o haciendo mal algún procedimiento en su rostro.
Por esta razón fue que al hombre lo remitieron a la atención de psicólogos, para que pudieran evaluar la razón por la que el protagonista de este hecho viral decidiera realizarse la operación en su propia casa sin supervisión, pero sobre todo sin dejarlo en manos de expertos.