The 86, el bar 'secreto' de cócteles gastronómicos

Bogotá está viviendo nuevas tendencias y cambios innovadores. Hace pocos días se inauguró un bar – The 86- cuya filosofía es romper con el estereotipo del típico bar con música dura, mucha gente y las mismas bebidas. Ellos vieron la oportunidad de incorporar un estilo de bar neoyorquino donde el ambiente es más intimo, misterioso y tranquilo.

Queda ubicado en el mismo restaurante Tho’m Ngon  en la zona T, detrás de una puerta alta y gruesa de metal, donde lo único que se ve es una rejilla que abre un ‘bouncer’ desde adentro.  Una vez adentro, a la derecha hay dos pequeños cubículos donde uno se puede sentar con un grupo de 6 a charlar. Al lado izquierdo se encuentra una silla larga pegada a la pared con varias mesas. Ahí el espacio es menos intimo y más compartido. Pero, sin duda, el mejor lugar para sentarse es el la barra. Los meseros son unos bacanes e intentan estar en todo momento compartiendo con la gente sus experiencias.

No espere encontrar el típico margarita o daiquiri. Encontrará cócteles realmente de otro planeta. Hay unas combinaciones con las que uno piensa ¿de dónde sale tanta imaginación? Solo imagínese, probamos un cóctel que tenia como ingrediente maíz dulce, otro de curuba y otro que incluso tenía leche. El sabor de los tragos es único y ninguno sabe igual al otro.

Adicionalmente, ofrecen una carta de ‘apetizers’ que va muy bien con las bebidas. Son picadas pequeñas para compartir, pero de altísima calidad. Eso sí, la comida del bar no es nada parecida a la del restaurante, convirtiéndose en dos lugares completamente distintos. Probamos unos portobellos rellenos de queso de cabra y un ‘flat bread’ de salmón con tomates secos y pesto… 1A.

La gente tiene que aprender a tomar riesgos y conocer lugares nuevos. Pueda que de primerazo el lugar le suene muy exótico, pero vale 100% la pena probarlo. Es de esos lugares que lo sorprenden a uno y es tan ameno que dan ganas de volver una y otra vez. La experiencia que vivirá es algo que nunca se había visto en Bogotá. Además, un la amabilidad del dueño y los bartenders es de otro nivel.