Cómo espantar al hombre que te encanta

1. La niña chiquita: Cuando crees que por ser más aniñada ganas puntos. Cuando hablas como una niña no te ves sexy. Cuando te vistes como una niña, tampoco. Las conductas de volver al pasado veinte años no te suman puntos, eso nunca ha funcionado porque a los hombres lo que les gusta es apreciar tu madurez y que sabes actuar de acuerdo con tu edad.

2. La intensa: si un man deja de hablar contigo después de que lo has llamado todos los días, puede que piense que ye estás pasando de intensa. Lo que considero ideal es que los dos pongan de su parte. A veces llama él y a veces llamas tú. Déjalo que respire y, muy especialmente, déjalo que te eche de menos. Si eres la que envía WhatsApp’s siempre. ¡Te estas pasando de intensa!

3. La ocupadísima: Trabajo, estudio, viajes, responsabilidades, familia, deporte, aficiones y demás consumidores de tiempo han hecho que al man le dediques quince minutos el domingo antes de salir a patinar. Si no te permites reservar un tiempo para él, permítele que pueda apostar por alguien con menos ocupaciones. El amor no tiene por qué ser el último renglón de tu vida.

4. La que no sabe estar sin su BF: Hay personas que todo lo hacen acompañadas de amigos. Conozco casos que ya me parecieron muy tremendos, como la de una pareja que siempre viajaba con ese amigo en común que tenían del colegio y que, lógicamente, luego termino en divorcio. Los amigos son una maravillla, pero tienen su espacio y su lugar. Hay momentos que tendrías que dejar a tu amigos para centrarte en esa persona que te gusta y ver lo que te inspira estando. ¡A solas!

5. La orquídea: Ninguna mujer que pase a verse muy dependiente de un hombre inspira, o se vuelve más atractiva. El verdadero sex appeal consiste en demostrar lo que vales y lo que sabes hacer, y para ello tb puedes demostrar tu autonomía y capacidad de decisión. Olvídate de pedir que te pague la cuenta, o que te lleve al trabajo como parte de tu programa para seducirlo. No eres una planta parasitaria.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.