Cuáles son los puentes peatonales más peligrosos de Bogotá; uno le dicen 'el de la muerte'

La inseguridad en Bogotá es un paisaje que se convirtió en una situación con la que ya conviven los ciudadanos a diario y hasta se han acostumbrado a ello. Esto mismo está ocurriendo con ciclistas y transeúntes que usan los puentes peatonales en la capital, lugares que se han vuelto zonas del crimen.

Sofía Vera, una bogotana dedicada a la formación en disciplinas como el triatlón y la natación, enfrentó un momento de terror que marcó un antes y un después en su vida. Residiendo en el barrio Rionegro, de la localidad de Barrios Unidos, esta mujer había desarrollado una rutina diaria entre su empleo en el Sena y las sesiones de entrenamiento en el sector de El Virrey, en Chapinero, según informó El Tiempo.

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“Estaba en un momento muy bueno profesionalmente, todo fluía y me dedicaba completamente a mis deportistas”, comentó Sofía. Sin embargo, su vida tomó un giro dramático una noche al volver a casa. Era aproximadamente las 9 p.m. del lunes 20 de enero, después de un día laboral intenso, cuando decidió volver a su hogar andando, un camino que usualmente le tomaba solo diez minutos.

Al cruzar el puente en la calle 89 #21-77, Sofía fue interceptada por dos individuos que, armados con cuchillos y violentas amenazas, no dudaron en agredirla física y verbalmente, de acuerdo con el impreso. Este es uno de los lugares más peligrosos para transeúntes en Bogotá, ubicado en la localidad de Chapinero.

También, otro puente que representa un riesgo alto es el que está ubicado en la calle 26 con avenida Ciudad de Cali, donde hay bandas incluso que se dedican a robar a ciclistas y transeúntes. En el último año son varios los casos que han expuesto complejas situaciones de robos y hasta torturas. Hay otras zonas peligrosas en Alcalá, Suba, Ciudad Bolívar, entre otros. 

Volviendo a la historia de Sofía, uno de los asaltantes, descrito como un hombre moreno con un lunar en el rostro, y el otro de tez blanca, la empujaron al suelo con brutalidad. “Me colocaron los cuchillos en el cuello y la muñeca con mucha violencia”, narró la joven deportista. En un acto desesperado por defender sus pertenencias, incluido un computador vital para su trabajo, Sofía luchó contra sus agresores, lo que resultó en cortadas severas que más tarde requerirían atención médica urgente, según el citado diario.

Después del incidente, los ladrones huyeron con valiosos objetos personales, dejando a Sofía herida y en ‘shock’. A pesar de intentar perseguir a los atracadores, pronto se vio obligada a buscar ayuda policial, quienes priorizaron su traslado a un hospital. Allí, los médicos le practicaron 20 puntos para suturar las heridas más profundas.

“Me dijeron que de haber sido la herida un poco más grave, la historia sería otra”, mencionó Sofía, destacando la gravedad del asalto. El robo no solo dejó cicatrices físicas, sino también emocionales. Sofía experimentó síntomas de depresión y comenzó un tratamiento psicológico para abordar el trauma sufrido.