Ty Burrell, de 'Modern Family', contó el día que orinó sus pantalones en Times Square
Así lo escribió el actor en una columna para The New York Times, titulada ‘La primera vez que me encontré con un agente. Fue un desastre'.
El actor relata que antes de su vida como estrella de cine y televisión pasó sus años de formación en la parte rural del estado de Oregón aprendiendo teatro. “Resultó que el teatro, aparte de los deportes, era lo único con lo que no me había estrellado”, escribió.
Más adelante realizó un posgrado en actuación en la escuela de teatro de la Universidad de Pensilvania, pero como no había más campo de estudios debió enfrentarse con el mundo real. “¿En serio? ¿No hay un doctorado en actuación?”, recuerda haber pensado en ese entonces.
“Sin excusas legítimas para evitar el terror de presentar audiciones para mantenerme, me enamoré de alguien y me mudé a Nueva York para estar cerca de ella. Un día ella mencionó que podría darme una cita con su agente. Ella, siendo actriz y un mamífero que funcionaba, no había estado huyendo de su futuro inevitable. Ella lo había abrazado y había presentado audiciones durante años”.
Llegó el día de la audición. Entró a la oficina del agente con las manos sudorosas y temblando de los nervios. Le ofrecieron una botella de agua y para disimular su nerviosismo, comenzó a reírse de todo lo que el agente le decía, hasta que sintió que iba a decirle algo importante.
“Ty, creo que tus rasgos faciales son muy grandes para conseguir trabajo en la televisión o el cine. ¿Alguien te lo ha dicho? Tal vez podrías conseguir trabajo en teatro, pero vas a necesitar afeitarte los brazos. Son muy velludos”, le dijo el agente. “¿Por qué no te afeitas los brazos y te tomas nuevas fotografías y hablamos de esto después”, a lo que Burrel respondió con un simple “Ok”, apretó la mano del agente y salió de la oficina.
Caminó hacia Times Square con la desilusión de haber sido rechazado por la única cosa que amaba y que le gustaba hacer. “Me paré ahí por un largo tiempo antes de darme cuenta de lo que había pasado. Mis oídos zumbaban por el impacto de la entrevista. Sin embargo, no me moví. Miré a toda la gente cruzar delante y detrás de mí”.
Entró a un McDonald’s para intentar limpiarse y allí tiró su ropa interior a la basura. “Ahora no tenía ropa interior y, extrañamente, nada de la ansiedad que había sentido momentos antes”.
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