Ozzy Osbourne no murió, pero sí fue diagnosticado con enfermedad degenerativa

La noticia llega semanas después de que su hija Kelly saliera a desmentir el rumor de que su padre había fallecido, y esta vez salió de su propia boca.

La confesión la hizo durante una entrevista en el programa ‘Good Morning America’, de ABC, en la que estuvo acompañado por Sharon, su compañera de vida.

“Ha sido terriblemente retador para todos nosotros. Hice mi último show en el Año Nuevo en The Forum. Luego tuve una fuerte caída. Tuve que someterme a una cirugía en el cuello, que me aturdió los nervios”, dijo el ‘Príncipe la oscuridad’, antes de que su esposa hablara del nuevo diagnóstico.

“Es Párkinson 2. Hay tantos tipos diferentes de Párkinson; no es una sentencia de muerte por ningún tramo de la imaginación, pero afecta ciertos nervios de su cuerpo. Y es como si tuvieras un buen día, un buen día y luego un mal día”, detalló la también mánager de Ozzy.

El cantante añadió que no es bueno con los secretos y “No puedo seguir caminando con esto, porque es como si se me estuvieran acabando las excusas”. Al mismo tiempo, aseguró que espera que sus fans “aguanten y que estén ahí para mí, porque los necesito”.

Sharon, visiblemente conmovida y secando sus lágrimas (minuto 5:15 del video que aparece al final con la entrevista completa), dijo que lloraba “Porque [dar conciertos]… significa tanto para él. Él ama lo que hace. Ama presentarse. Es el aire que respira. Este es el tiempo más largo que ha pasado en casa… Y es cuestión de tiempo para que regrese al ruedo, porque me está enloqueciendo. Realmente necesita regresar”, dijo.

El legendario artista está determinado a recuperarse y viajará a Suiza a buscar otro tratamiento, mientras recibe todo el apoyo de su familia, quien ha estado ahí para él desde que se conoció el diagnóstico de su enfermedad.