A J Balvin se lo querían llevar preso en aeropuerto de Bolivia

Al cantante colombiano lo están acusando de estafa en ese país.

Así lo señaló la presentadora Diva Jessurum, este jueves, en Noticias Caracol.

“Esta es la historia: resulta que J Balvin llegó al aeropuerto de ese país cuando, ¡oh, sorpresa!, lo esperaba la policía para que rindiera cuentas legales. El primer sorprendido fue el cantante de música urbana al ver que se lo querían llevar a la cárcel; la razón es una presunta estafa porque, en el año 2014, tenía un espectáculo programado, que nunca realizó y por el que habían pagado una cifra cercana a los 60 mil dólares (alrededor de 180 millones de pesos), más tiquetes”, dijo Diva.

Balvin tenía programado estar en Bolivia cinco días, pero ante la situación decidió dar su concierto y dejar ese país. “El espectáculo fue increíble, como siempre con todas las de la ley, la sacó del estadio, el público quedó feliz, pero él como que estaba muy disgustado con lo que ocurrió y se fue de inmediato”, agregó la presentadora de Caracol.

Diva, igualmente, explicó que el cantante colombiano se salvó de ir a la cárcel gracias a que se comprometió a pagar la vieja deuda:

“A Balvin lo dejaron salir de Bolivia solo porque prometió que pagaría la deuda. El reguetonero tendrá que ponerse al día para que el proceso no llegue a los estrados judiciales, y de no ser así ordenarán a la Fiscalía su captura internacional”.

No obstante, el abogado Juan Carlos Nemtala no está muy convencido de que J Balvin pague, a juzgar por esta declaración que publicó el noticiero: “Tuvimos que pedirle el adelanto y el artista nunca devolvió el dinero, ni los pasajes, etc. Él nos prometió devolver el dinero, pero sus abogados también llamaron de Colombia prometiendo que lo dejemos tranquilo y que sí vamos a arreglar […] Pero, bueno, ya se fue y parece que aún no quiere; no hay alguna esperanza de arreglar”.

El papá de J Balvin, Álvaro Osorio, también dejó en duda el pago. Él era el mánager del cantante para la fecha en que inició este lío y, por eso, le aseguró a Caracol que, primero, no fueron 60 mil dólares, sino que el adelanto fue mucho menor; y segundo, que el incumplimiento fue de los que contrataron al artista.

Adicionalmente, Osorio le explicó al informativo que, según el contrato, no tienen que devolver ningún dinero:

“Hay empresarios que solo pagan el 50 % inicial y el 50 % final nunca lo pagó y se desapareció. Las normas del contrato internacional, muy claras, hechas con abogados internacionales de derechos de autor, dicen muy claro que quien no pague el final, se pierde lo dado y el contrato queda nulo”.