Cali y Puerto Rico sellan alianza en la Feria de la Salsa: música y cooperación que unen a América Latina

La ciudad de Cali, en el marco de la sexagésima octava edición de la Feria de Cali, ha dado un paso crucial hacia su posicionamiento no solo como la capital mundial de la salsa, sino también como un referente integrador del continente a través de la música. La apertura de la célebre festividad se ha marcado por la presencia de una delegación de Puerto Rico, país históricamente ligado a la evolución de la salsa, lo que fortalece el objetivo de consolidar la denominada Ruta Americana de la Salsa. Esta iniciativa, según la información presentada, persigue articular a dieciocho países de América bajo la bandera de la salsa, potenciando el intercambio cultural, turístico y económico.

Durante el Salsódromo, evento emblemático de la inauguración de la feria, el alcalde de Arecibo, Carlos ‘Tito’ Ramírez, protagonizó un hecho significativo al anunciar la firma de un acuerdo de cooperación con Alejandro Eder, alcalde de Cali. El objetivo de esta alianza radica en robustecer sectores como el turismo, promover intercambios culturales y facilitar el desarrollo económico entre ambas ciudades. Las declaraciones de Carlos Ramírez, recogidas en la cobertura de 90 Minutos, evidencian la intención de construir una red sólida que impulse el crecimiento regional desde la música.

La importancia del proyecto también fue resaltada por la secretaria de Cultura de Cali, Leydi Higidio, quien enfatizó el avance del proceso y la relevancia de la presencia internacional, especialmente la participación de la alcaldesa de Ponce, Puerto Rico. Según Higidio, la salsa representa mucho más que un género musical: es un vehículo para la reconciliación y el progreso social, así como una herramienta de aprendizaje, intercambio de saberes y oportunidades de contratación para los territorios involucrados.

El papel de Cali como eje de integración se manifiesta en los discursos oficiales y en la construcción de redes culturales sobre el reconocimiento de la salsa como patrimonio cultural inmaterial, en el marco de organismos internacionales como la Unesco. La visión de las autoridades apunta a facilitar la circulación artística y a posicionar, mediante el Salsódromo y la Feria, a la salsa como un elemento estratégico para el desarrollo y la cooperación regional.

Además, determinar a la salsa como motor de identidad tiene un impacto significativo tanto en la percepción internacional de Cali como en su capacidad de convocar lazos históricos, proyectando la ciudad hacia nuevos horizontes de dinamización económica y cultural. La presencia de Puerto Rico en esta celebración intensifica los vínculos históricos y contribuye a modelar una visión compartida donde la música actúa como puente entre los pueblos, abriendo caminos para el desarrollo y el fortalecimiento de una red latinoamericana y caribeña unida por la salsa.

En este contexto, la Feria de Cali no solo se consolida como una festividad musical de relevancia internacional, sino también como plataforma de encuentro y construcción de alianzas, que redefine la salsa como símbolo de identidad, cooperación y progreso social para la región.

¿Qué implica considerar la salsa como patrimonio cultural inmaterial?

La consideración de la salsa como patrimonio cultural inmaterial, mencionada en las declaraciones de la secretaria de Cultura de Cali, Leydi Higidio, reviste un significado trascendental para los países que comparten esta tradición. El patrimonio cultural inmaterial incluye prácticas, representaciones, expresiones, saberes y técnicas que las comunidades reconocen como parte esencial de su legado cultural, tal como lo define la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Al ser reconocida dentro de este marco, la salsa adquiere un valor que trasciende la música para incorporarse en estrategias de protección, preservación y transmisión intergeneracional. Así, no solo se protege la expresión artística, sino que se favorecen políticas públicas y alianzas internacionales que promueven la circulación, el aprendizaje y la cooperación entre ciudades, como lo refleja el acuerdo entre Cali y Arecibo en la reciente feria.