Lo que la cámara no vio en 'show' de Karol G con Amaia Montero y que fans sí notaron

Una grata sorpresa tuvo la cantante Karol G con sus seguidores, durante el concierto del ‘Mañana será bonito tour’, realizado en el Santiago Bernabéu de España.

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La colombiana invitó a Amaia Montero, exvocalista de ‘La Oreja de Van Gogh‘, quien estuvo dos años fuera del ojo público tras presentar problemas de salud mental relacionados con el estrés, ansiedad y depresión.

“Hoy tengo ahí a una personita que lleva dos años sin subirse a un escenario y está nerviosa, pero le van a regalar una de las mejores noches de su vida”, señaló ‘la Bichota’, a modo de presentación, a los más de 60.000 asistentes.

Amabas artistas interpretaron la canción ‘Rosas’, mientras los espectadores permanecían nostálgicos por el momento que estaban presenciando.

En 2007, Montero tomó la decisión de separarse de la agrupación española para iniciar su carrera en solitario. En ese momento empezó a tener dificultades en su profesión y a nivel personal, ya que poco después su padre José Montero murió por una fuerte afección.

“Fueron dos años de enfermedad larga, pero siempre pensando en que se iba a ganar la batalla, nunca pensando que iba a ser el final. Mientras estás peleando, por dura que sea la situación, tienes la esperanza, pero cuando todo acaba siento un dolor que yo no conocía”, dijo Amaia al programa ‘Al rincón de pensar’.

La muerte de su padre afectó la salud mental de la artista, provocando que en 2022 dijera en sus redes sociales que estaba: “destruida”.

Lo que no se vio en concierto de Karol G: Amaia Montero estaba temblando

El regreso de Montero se volvió tendencia en redes sociales no solo por su participación, sino también por el temblor que tenía en sus manos. Varios internautas notaron este detalle y afirmaron que posiblemente se trataba de los nervios.

Sin embargo, la hermana de la artista dijo en 2023 que Montero tuvo un accidente en sus manos, provocando que fuera intervenida. La cirugía le dejó algunas secuelas como el temblor.

Los nervios de volver a un escenario después de dos años desconectada e internada en la clínica de Navarra también fue un complemento para que la agitación se evidenciara con más facilidad en Amaia, quien cantó hasta el final uno de sus más grandes éxitos.