Crepes & Waffles afronta reto "muy complicado" y clientes ya lo empiezan a sentir

Sin lugar a dudas, esa cadena de restaurantes se ha convertido en los últimos años en un querido símbolo gastronómico colombiano, sinónimo de hospitalidad, creatividad y compromiso social. Eso sí, como cualquier empresa, se enfrenta a desafíos emergentes y sustanciales en el entorno económico actual.

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Fundada en 1980, esa empresa de restaurantes tiene más de 150 puntos de venta en Colombia y presencia en cinco países: Chile, Ecuador, México, Panamá y España. Además de su peculiar fusión entre platos sofisticados y económicos, destaca por ser socialmente consciente, con ambiciosas políticas de contratación de mujeres cabeza de familia y afirmándose fieles a su compromiso con las comunidades vulnerables.

Actualmente, el principal desafío para la reconocida cadena de restaurantes es el constante y generalizado incremento en los costos de los alimentos en Colombia, que se elevan a un ritmo superior a la inflación general. Rodrigo Cabrera, gerente de Crepes & Waffles, manifestó en una entrevista con La República que “esta escalada en costos, con aumentos de hasta 27 %, ha sido especialmente desafiante para el sector de alimentos.”

Transferir estos incrementos a los consumidores, sin ahuyentar a la clientela, es un riesgo que la organización gastronómica no se puede permitir. Sin embargo, aún en medio de esta circunstancia, mantiene su compromiso de ofrecer precios razonables sin comprometer la calidad de sus platos, una política que ha logrado sostener en el tiempo negociando con sus proveedores.

La promesa de valor de Crepes & Waffles, según su gerente, no se reduce a la calidad de sus productos y precios económicos, pues la cadena de restaurantes también apuesta por la expansión territorial, la internacionalización y la sostenibilidad del negocio.

Su modelo de negocio, que combina innovación constante y compromiso social – sobre todo con respecto a la contratación de mujeres cabeza de familia – lo coloca en una posición de liderazgo tanto en el sector gastronómico como en el empresarial.

En medio de los desafíos económicos actuales, la cadena de restaurantes sigue comprometida con su misión de ofrecer una experiencia culinaria accesible de alta calidad a sus clientes, a la vez que conserva su compromiso social.

En las últimas semanas, la compañía estuvo en el centro de la polémica, debido a un cambio que no les gustó a muchos de sus clientes, ya que quedó prohibido el ingreso de mascotas a sus locales, salvo que sus dueños cuenten con un certificado de apoyo emocional.

Esa decisión creó todo tipo de comentarios negativos contra la empresa, aunque Cabrera mencionó que “hay una realidad que muchas veces se desconoce” y es que como restaurante están “obligados a cumplir normas establecidas por la Secretaría de Salud y el Código de Policía, que prohiben el ingreso de animales a establecimientos donde se manipulan alimentos”.