Ibagué se prepara para el alza del salario mínimo: empresarios y gobierno buscan blindar el empleo y precios

El reciente encuentro convocado en Ibagué reunió a actores clave del sector público y privado con el objetivo de anticiparse a las consecuencias que podría traer el aumento del salario mínimo en la economía local. Esta jornada estuvo presidida por la alcaldesa Johana Aranda, junto con representantes de la Cámara de Comercio de Ibagué, la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) Tolima y diversos voceros del sector empresarial local. La preocupación central giró en torno a tres aspectos fundamentales: el empleo, la estabilidad de precios y la permanencia de los negocios en la ciudad, conocida como la capital musical.

Durante una mesa técnica desarrollada para analizar la situación, la mandataria local destacó la importancia de trabajar de manera conjunta para proteger a los habitantes más vulnerables de la ciudad, incluyendo a pequeños comerciantes, madres cabeza de familia y emprendedores. En palabras de la propia Johana Aranda: “En Ibagué, más que preocupados, estamos ocupados de unirnos como ciudad, pensando en el ibaguereño de a pie, en el tendero, en la madre cabeza de hogar, en el emprendedor y en todos los sectores importantes de la economía de nuestra capital musical”. Además, la alcaldesa informó que el gobierno municipal ya está enfocado en revisar estrategias que permitan amortiguar el impacto del alza salarial sin poner en riesgo la formalidad laboral.

Desde la Cámara de Comercio de Ibagué, Fernando Vega, presidente ejecutivo encargado, remarcó la relevancia de examinar el decreto que establece el nuevo salario mínimo desde diferentes ángulos. Según Vega, el análisis debe considerar los efectos a corto, mediano y largo plazo y buscar alternativas complementarias para los empresarios, siempre desde una estricta vigilancia institucional.

Por otra parte, Daniel Orjuela, director de Fenalco Tolima, reiteró la necesidad de articular acciones entre el sector público y privado. Orjuela afirmó que, aunque el impacto del ajuste salarial ya es una realidad, las mesas técnicas se diseñaron para encontrar soluciones que beneficien tanto al sector empresarial como a los ciudadanos, minimizando así los efectos negativos asociados a este cambio económico.

En representación de los gremios económicos del Tolima, Efraín Valencia mencionó algunas herramientas locales útiles para enfrentar el nuevo escenario. Entre ellas se incluyen la regulación de tarifas del transporte público y los incentivos tributarios que la Alcaldía ya puso a disposición, orientados a fomentar la creación de empleo. Valencia subrayó que la articulación entre el sector público y privado es esencial para construir soluciones que aseguren el dinamismo económico regional.

La agenda de trabajo no termina aquí. La alcaldesa anunció que el próximo 5 de enero se instalará una nueva mesa con actores de distintos sectores productivos. Su propósito principal será velar por la protección del empleo, evitar la especulación en los precios y asegurar la estabilidad económica durante el año 2026 en Ibagué, mostrando un compromiso decidido con la sostenibilidad y bienestar de la ciudad.

¿Cuáles podrían ser las consecuencias para las microempresas ante el aumento del salario mínimo?

Esta pregunta surge de la preocupación expresada por los representantes empresariales durante el encuentro en Ibagué. Las microempresas, al contar con estructuras financieras más limitadas, suelen enfrentar desafíos más grandes frente a incrementos en los costos laborales, como el salario mínimo.

El análisis de los líderes gremiales indica que será indispensable vigilar de cerca la situación de estas empresas, ya que cualquier aumento en los costos podría traducirse en una reducción del empleo formal, ajustes en los precios o la necesidad de implementar estrategias de apoyo local, como incentivos tributarios, tal y como plantearon las autoridades durante la mesa técnica.