El histórico aumento del salario mínimo a $2 millones: ¿justicia social o riesgo para la economía?

El incremento del 23 % al salario mínimo anunciado por el presidente Gustavo Petro para 2026, que lo llevará hasta los 2.000.000 de pesos, ha marcado un hito en las discusiones sobre justicia social y política laboral en Colombia. Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), fue uno de los primeros en manifestar su apoyo categórico a la medida, definiéndola como un “acto de justicia social” inédito en la historia nacional, según se reporta en El Diario. Esta reacción positiva contrasta con la controversia que el anuncio ha despertado en otros sectores, sobre todo por el alcance del porcentaje definido.

Arias expresó su “grata sorpresa” por la magnitud del aumento, ya que superó la propuesta inicial del 16 % defendida por los sindicatos en la mesa de concertación laboral. Aunque las partes no lograron concretar un acuerdo en las negociaciones formales, el líder sindical reconoció el valor de este avance, subrayando que el ajuste contribuye a cerrar la distancia con el “salario vital”. Este concepto, utilizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hace referencia al monto necesario para garantizar condiciones dignas de vida para los trabajadores y sus familias, cifra que la OIT situaba alrededor de un 50 % por encima del salario mínimo real antes de esta decisión.

La CUT sostiene que el nuevo ajuste responde al rezago causado por décadas de incrementos “exiguos” e insuficientes, los cuales, en palabras de Arias, obedecieron a políticas neoliberales orientadas a beneficiar principalmente al sector empresarial. Tal orientación habría fortalecido la desigualdad y perpetuado la posición de Colombia como una de las naciones más desiguales del planeta. El incremento del salario mínimo, entonces, busca revertir parcialmente esa tendencia, redirigiendo parte de la riqueza acumulada hacia quienes han visto deterioradas sus condiciones laborales durante años.

El argumento central del presidente de la CUT es que un salario más alto para los trabajadores no solo dignifica la vida de millones de familias, sino que también dinamiza la economía nacional. Arias explica que el consumo interno, impulsado por mayores ingresos, representa una fuente fundamental para el crecimiento económico, al aumentar la demanda de bienes y servicios y robustecer el tejido productivo nacional.

Otra dimensión crucial destacada por Arias es la redistribución de utilidades y privilegios tradicionalmente asegurados al empresariado. Según el dirigente, este aumento significa una “disputa ganada” por los trabajadores para participar en las rentas generadas por su labor, línea de argumentación que la CUT considera esencial para construir una sociedad más equitativa.

Respondiendo a críticos que comparan la situación colombiana con la venezolana, Arias descalificó estos discursos como retórica habitual de la oposición, remitiendo como evidencia a estadísticas del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y de organismos internacionales. Esos datos ubican a Colombia como uno de los países con mayor crecimiento económico en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), manteniendo además tasas de desempleo históricamente bajas pese a pasados incrementos relevantes del salario.

Respecto a la informalidad laboral, Arias aseguró que se trata de un fenómeno estructural que antecede al actual gobierno, agregando que en los últimos años se ha revertido parcialmente esta tendencia. Para la CUT, el bienestar del trabajador no puede sacrificarse bajo el argumento de que reducir salarios es la única vía para sostener el empleo.

Así, el aumento del salario mínimo es visto desde la Central Unitaria de Trabajadores no como una amenaza, sino como una oportunidad para enfrentar la desigualdad, fortalecer el mercado interno y restaurar el poder adquisitivo de la clase trabajadora en Colombia.

¿Qué significa el término “informalidad laboral” y por qué es relevante en el contexto del salario mínimo en Colombia?

La informalidad laboral es un concepto utilizado para describir aquellos trabajos que no cuentan con garantías legales, seguridad social ni derechos laborales formales. Según el análisis de la CUT, la informalidad ha sido un reto persistente en el país durante más de tres décadas. Esta condición afecta tanto la estabilidad de los trabajadores como su capacidad de acceder a mejores niveles de vida y servicios esenciales.

El debate sobre el incremento del salario mínimo incluye la preocupación de algunos sectores respecto a que laborales informales puedan aumentar debido a mayores costos para los empleadores. Sin embargo, la CUT sostiene que dicha relación automática no se ha confirmado en Colombia en los últimos años y, por el contrario, el fortalecimiento del salario puede contribuir a mejorar las condiciones de vida e incentivar la formalización del empleo, siempre que se acompañe de políticas públicas integrales.