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Miguel Ángel Borja se ha convertido en el centro de atención del mercado de transferencias en la Liga MX tras su reciente arribo a México. El delantero colombiano llegó a la Ciudad de México con el objetivo de sellar su vinculación con Cruz Azul, institución que ha depositado grandes expectativas en su capacidad goleadora para reforzar la línea ofensiva de cara al torneo Clausura 2026. El fichaje de Borja representa no solo un movimiento estratégico, sino también una apuesta por el regreso del club cementero a la lucha por el campeonato tras temporadas inconsistentes.

Durante varias semanas, la situación de Borja estuvo rodeada de rumores y especulaciones que lo colocaban en la órbita de clubes como Boca Juniors y otros equipos mexicanos. Finalmente, su llegada a territorio mexicano fue confirmada cuando fue visto en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, recibiendo muestras de apoyo por parte de seguidores celestes. Aunque evitó interactuar con la prensa, fuentes cercanas al futbolista indicaron que Borja experimentó satisfacción y entusiasmo ante el reto que representa su nuevo destino profesional.

El contrato pactado con Cruz Azul establece una relación laboral por dos años, iniciando el 1 de enero de 2026 y con posibilidad de ampliarse por doce meses adicionales, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones deportivas. Como parte del protocolo habitual, Borja deberá someterse a exámenes médicos y físicos en las instalaciones de La Noria antes de estampar su firma definitiva, proceso que antecederá su incorporación formal al equipo.

Desde la cúpula directiva de Cruz Azul se considera que Borja puede ser la solución para uno de los desafíos más prominentes que ha enfrentado el equipo en recientes campeonatos: la falta de efectividad frente al arco rival. Su llegada ha generado expectativas y una renovada ilusión entre la hinchada, que anhela el retorno del club a los primeros planos tanto a nivel local como continental.

Borja aterriza en México después de una exitosa etapa en River Plate de Argentina, donde dejó récords para el fútbol colombiano en ese club. Disputó 159 partidos, marcó 62 goles y sumó 10 asistencias, convirtiéndose así en el máximo goleador colombiano en la historia de River, igualando la cifra alcanzada por Juan Pablo Ángel. Sus logros colectivos incluyen la obtención de la Liga Argentina, la Supercopa Argentina y el Trofeo de Campeones durante 2023, consolidando su condición de referente en el ataque del club millonario.

La llegada del delantero implica además que Cruz Azul debe acomodar su nómina, pues debe liberar una de las plazas para jugadores “No Formados en México”. De acuerdo con reportes de la prensa local, jugadores como Lorenzo Faravelli o Mateusz Bogusz tendrían que salir del primer equipo o ser registrados en la categoría Sub 23, permitiendo así el correcto registro de Borja ante la Liga MX.

Borja, reconocido también por sus goles en la Copa Libertadores, asume el reto de convertirse en el principal referente ofensivo de Cruz Azul, con la meta de devolverle protagonismo en la Liga MX y en la Liga de Campeones de la CONCACAF. El 29 de diciembre está previsto que el colombiano se presente en La Noria para comenzar la pretemporada bajo las órdenes del técnico Nicolás Larcamón, mientras la directiva cementera continúa reforzando la plantilla, con negociaciones activas para incorporar al defensor mexicano César Montes.

¿Qué implica para Cruz Azul la liberación de una plaza de “No Formados en México”?

En el fútbol mexicano, el término “No Formado en México” hace referencia a aquellos futbolistas que no cumplieron con el proceso formativo local. La Liga MX establece un límite de extranjeros registrados por equipo, lo que obliga a las instituciones a ajustar plantillas cada vez que incorporan nuevos refuerzos de otra nacionalidad, como es el caso de Borja.

Para registrar oficialmente al delantero colombiano, Cruz Azul deberá modificar su listado actual, lo que puede implicar la cesión, baja o el cambio de categoría de algún otro extranjero. Esta regulación busca equilibrar la competencia y promover el desarrollo de jugadores mexicanos, aunque representa un desafío administrativo para los clubes con refuerzos internacionales.