La mala práctica que cada vez es más común y que puede dañar su carro eléctrico en meses
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En medio del afán que viven las personas, los conductores creen que cargar más rápido el vehículo los puede ayudar, pero por el contrario puede ser grave.
En medio de la consciencia ambiental que hay hoy en día, la electrificación en la flota de vehículos se ha convertido en una prioridad para los gobiernos y las marcas de todo el mundo, pues la idea es que se emitan la menor cantidad de gases posibles para mejorar el aire que respiran las personas.
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Por eso mismo y los beneficios que se están brindando, muchos se están pasando a comprar y andar en carros eléctricos, pues actualmente hay gran variedad para todos los presupuestos y por eso es cada vez más común encontrarlos en las calles.
Sin embargo, como muchos apenas están usando esta opción por primera vez, cometen errores que en un periodo corto de tiempo puede ser perjudicial, puesto que podría dañar componentes importantes que al final saldrán bastante costosos.
Por qué las baterías de los carros eléctricos se pueden dañar
Una de las peores prácticas que pueden cometer los dueños de estos vehículos es usar siempre la carga ultra rápida, pues se justifican por el afán, pero eso dañará la batería en un periodo corto de tiempo.
Así lo explicó el decano de la facultad de Ingeniería Mecánica y Electrónica de la Universidad Antonio Nariño, Nicolás Giraldo Peralta, quien en diálogo con Blu Radio explicó: “Cuando uno usa frecuentemente la carga ultra rápida en vehículos, digamos que uno acelera el proceso de degradación de la batería de manera natural. El proceso de carga y descarga en las baterías de iones de litio va haciendo que la batería no recargue a la misma capacidad que tenía como cuando estaba nueva”.
Y es que Giraldo explicó que cuando se activa esta opción, la temperatura al interior del vehículo aumenta y eso, al igual que ocurre con los celulares, va afectando la batería para que cada vez tenga menos autonomía y el rendimiento sea mucho inferior.
Ante esto, Giraldo aseguró que la solución es “usarla (la carga ultra rápida) moderadamente, o sea, no usar todo el tiempo la modalidad de carga ultra rápida, sino más bien de manera más frecuente cargar la batería a una velocidad convencional para que este proceso de carga no degrade la batería tan rápidamente”.
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Esto quiere decir que lo mejor que puede hacer para no quedarse sin batería, pero tampoco afectarla a corto plazo, es cargar el carro en las noches para que le dure lo que le tenga que durar en sus vueltas de la siguiente jornada.
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