TransMilenio cumple 25 años: la revolución que transformó la movilidad, el arte y la sostenibilidad en Bogotá

Bogotá celebra un cuarto de siglo desde que TransMilenio, el sistema de transporte público más emblemático de la ciudad, comenzó a operar, consolidándose como motor de innovación y transformación urbana. Según la Alcaldía de Bogotá, TransMilenio transporta en la actualidad más de cuatro millones de personas al día y cuenta con una flota que supera los 10.500 buses y 143 cabinas de TransMiCable, además de la labor de 35.000 colaboradores comprometidos con la movilidad capitalina. Desde su inauguración, el 18 de diciembre del año 2000, cuando los primeros 14 buses prestaron servicio entre el Portal 80 y la estación Tercer Milenio, el sistema ha estado en constante crecimiento y adaptación, abarcando nuevas troncales e integrando diferentes zonas de Bogotá.

El avance tecnológico y la efectiva integración tarifaria alcanzada a través del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) son logros clave: con la tarjeta tullave personalizada, los usuarios pueden abordar buses zonales y troncales y realizar transbordos gratuitos durante una ventana de 125 minutos, permitiendo conexiones eficientes y equitativas. María Fernanda Ortiz, gerente del sistema, enfatiza que esta integración es mucho más que una mejora en comodidad; es una herramienta fundamental para la equidad y el acceso a oportunidades para la ciudadanía. Además, TransMilenio ha demostrado flexibilidad frente a los retos de más de mil frentes de obra en la ciudad, facilitando, incluso, el desarrollo de la construcción del Metro de Bogotá.

Mirando hacia la sostenibilidad, Bogotá ha asegurado la incorporación de 705 nuevos buses eléctricos entre 2026 y 2027, sumando opciones para recarga virtual de la tarjeta tullave y la activación de servicios especiales en eventos multitudinarios. Miles de usuarios se benefician mensualmente de tarifas preferenciales y ahorros en viajes frecuentes. El fomento de la cultura ciudadana también es prioridad para TransMilenio, que promueve el respeto entre usuarios, el cuidado de la infraestructura y la convivencia cordial en los desplazamientos diarios.

TransMilenio se ha convertido, además, en una galería de arte urbano a cielo abierto, con 174 murales de artistas de diversas nacionalidades, 194 tótems que celebran la biodiversidad y casi 1.820 metros cuadrados dedicados al arte, mejorando la experiencia de los viajeros y fortaleciendo el sentido de pertenencia por Bogotá.

El sistema, reconocido internacionalmente por su labor en inclusión, innovación y calidad en el transporte, enfrenta los años venideros con desafíos ambiciosos: la extensión de nuevas troncales (avenida 68, Ciudad de Cali, corredor de Soacha, extensión de la Caracas Sur, Calle 13 y los nuevos TransMiCable de San Cristóbal y Potosí) y la meta de consolidarse como un servicio confiable, inteligente y alineado con las necesidades del usuario, según señala el Ente Gestor.

Como parte de la celebración, Bogotá organizará el Congreso Internacional TransMilenio - 25 años, innovación que transforma ciudades en marzo de 2026, fomentando el diálogo global sobre movilidad sostenible e integración entre sectores, y proyectando una visión inclusiva y baja en emisiones para América Latina.

¿Qué retos podrían surgir en la implementación de los nuevos corredores troncales y TransMiCable programados para los próximos años?

La ampliación de la cobertura de TransMilenio por medio de nuevas troncales y la integración de futuros TransMiCable enfrenta retos significativos. Entre ellos, la coordinación de obras en una ciudad con múltiples frentes de construcción y la adaptación de las operaciones para garantizar la continuidad del servicio, como se destaca en la experiencia reciente con la construcción del Metro.

Asimismo, la incorporación de tecnologías más limpias y la promoción de la cultura ciudadana en los nuevos corredores implican la formación de operadores y la sensibilización a los usuarios. Mantener el equilibrio entre expansión eficiente y atención a las necesidades sociales e incluyentes representa un desafío prioritario para consolidar el sistema como referente internacional.