Resaltos parabólicos: la estrategia de Bogotá que salva vidas y revoluciona la seguridad vial en la ciudad

Bogotá, a través del programa “Bogotá, mi Ciudad, mi Casa”, ha documentado resultados sólidos tras la puesta en marcha de resaltos parabólicos, una infraestructura destinada a regular la velocidad en las principales vías de la ciudad para reducir los siniestros viales. Esta medida, aunque sencilla en su concepción, ha demostrado ser eficaz para salvaguardar la vida de usuarios considerados vulnerables: motociclistas, peatones y ciclistas. Los datos recogidos hasta la fecha evidencian una disminución significativa en el número de lesionados y un aumento considerable en el respeto de los límites de velocidad, según información de la Secretaría Distrital de Movilidad.

Con 164 resaltos instalados en vías arteriales y 26 en vías locales e intermedias, Bogotá se posiciona como precursora en Colombia en la aplicación de este tipo de infraestructura sobre avenidas con alto flujo vehicular. El propósito es claro: frenar la accidentalidad y priorizar la vida de quienes transitan por la ciudad. Según la secretaria Distrital de Movilidad, Claudia Díaz, la meta prevista de 150 resaltos para 2025 ha sido superada anticipadamente, reflejando el compromiso institucional en la reducción de riesgos viales. En los tramos intervenidos, la ciudad ha logrado una reducción de más del 45% en lesionados vulnerables, la salvación de nueve vidas hasta octubre, sin que esto genere congestión vehicular adicional. Asimismo, se observa que cerca del 90% de los conductores ya cumple con las velocidades establecidas.

El impacto se aprecia con mayor claridad al desglosar los resultados por corredores específicos. En la Avenida Guayacanes, por ejemplo, tras un año de intervención se ha alcanzado un 50% menos de lesionados vulnerables y la erradicación de fallecimientos en la zona, así como una notable reducción de conductores que exceden la velocidad durante la noche. Por su parte, en la Avenida Villavicencio, la disminución de lesionados vulnerables alcanza el 74%, con un cumplimiento del límite de velocidad en el 96% de los casos. Tramos intervenidos en la Avenida Boyacá, tanto al sur como al norte, muestran reducciones consistentes del 50% de lesionados, mientras que la expectativa anual proyecta la salvación de decenas de vidas y la disminución de cientos de incidentes para poblaciones vulnerables.

La puesta en marcha de los resaltos parabólicos ha sido posible gracias a la coordinación entre la Secretaría Distrital de Movilidad (SDM), el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y la Unidad de Mantenimiento Vial (UMV). Este trabajo conjunto ha permitido optimizar el diseño, construcción y señalización de la medida. A este esfuerzo técnico se suma la respuesta positiva de la ciudadanía: más de 300 solicitudes han sido registradas para instalar nuevos resaltos en diferentes barrios locales, lo que evidencia aceptación y confianza en la política adoptada.

En la agenda próxima de la ciudad, se contempla la instalación de 37 nuevos resaltos en la Avenida Guayacanes y 17 en la Avenida Ciudad de Cali, en tramos identificados como prioritarios. Además, en los próximos dos años, Bogotá intervendrá cincuenta kilómetros críticos de la red vial, donde ocurre uno de cada cuatro fallecimientos por siniestros de tránsito. La apuesta institucional continúa enfocada en salvar vidas y afianzar la cultura del respeto a las normas de movilidad en todos los sectores de la capital.

¿Qué es un resalto parabólico y por qué es relevante para la seguridad vial?

Un resalto parabólico es un tipo de reductor de velocidad construido con una forma curva, diseñado para obligar a los vehículos a disminuir su velocidad, especialmente en vías de alto tráfico. Al estar ubicado en corredores principales, contribuye a proteger a los usuarios más vulnerables, favoreciendo el cumplimiento de las normas y una disminución significativa de siniestros viales.

Comprender la función y eficacia de los resaltos parabólicos es fundamental para evaluar la pertinencia de su implementación en otras zonas, así como su rol en la transformación de la movilidad urbana y la prevención de incidentes fatales. Este tipo de adaptaciones urbanas, como lo reflejan los resultados expuestos por la Secretaría Distrital de Movilidad, invitan a considerar un enfoque integral que priorice la vida en la planeación vial.