Entrenubes: el parque que celebra 25 años como pulmón verde y héroe ambiental de Bogotá

El Parque Distrital Ecológico de Montaña Entrenubes, que acaba de conmemorar su vigésimo quinto aniversario, se configura como uno de los máximos referentes ambientales y sociales de Bogotá. A lo largo de estas dos décadas y media, Entrenubes se ha transformado en un pulmón vital de la ciudad y en un espacio clave tanto para la educación ambiental como para el bienestar de miles de habitantes. Su papel, especialmente como punto de conexión con el entorno natural, ha sido fundamental para fortalecer la relación de la comunidad capitalina con la biodiversidad.

El parque fue declarado área protegida en el año 2000, lo que marcó el inicio de una nueva etapa en la gestión ambiental de Bogotá. Actualmente, Entrenubes es considerado el parque ecológico más grande de la ciudad, extendiéndose a lo largo de 701,22 hectáreas. Sus límites cruzan los cerros de Guacamayas, Juan Rey y la Cuchilla del Gavilán, rodeado por 104 barrios de estratos 1 y 2. Su altitud varía entre los 2.600 y los 3.105 metros sobre el nivel del mar, y conecta comunidades que, históricamente, han estado comprometidas con la conservación de este entorno.

Durante la administración del alcalde Carlos Fernando Galán, Entrenubes ha sido epicentro de amplios esfuerzos de restauración ecológica. Datos presentados por la Secretaría Distrital de Ambiente detallan la siembra de 8.926 árboles y arbustos en un área de 73.800 metros cuadrados en el periodo reciente. Solamente en 2025, se han plantado 858 especies nativas con el propósito de conectar fragmentos de bosque altoandino y reforzar los corredores ecológicos. La secretaria de Ambiente, Adriana Soto, subrayó la importancia de estas acciones, al recordar que el parque es “cuna del agua”, con siete quebradas nacidas en su interior y más de 700 hectáreas que benefician a localidades como Usme, San Cristóbal y Rafael Uribe Uribe.

Entrenubes no solo destaca por su diversidad ecológica, al albergar ecosistemas como el bosque altoandino y el subpáramo, sino que además ofrece a los visitantes una variedad de espacios y prácticas educativas. Incluye el mirador con vista de 360° más impactante de la ciudad, un vivero de plantas nativas, presencia de 17 quebradas y senderos interpretativos. Prácticas de sostenibilidad, compostaje, lombricultura, captación de agua lluvia, uso de energías limpias y la prohibición del plástico de un solo uso lo convierten en ejemplo de gestión ambiental en Bogotá.

Las especies sembradas en la reciente conmemoración, como el cedro de altura, pagoda, chocho, mortiño, cucharo, mano de oso, cedrillo, roble, pino, romerón, siete cueros y corono, son fundamentales para restaurar la estructura y funcionalidad del entorno. Este parque es, además, un escenario nacional de referencia en educación ambiental, agricultura urbana y trabajo comunitario. Se promueven allí prácticas de agricultura institucional con enfoque agroecológico, iniciativas sostenibles y actividades de turismo de naturaleza y cultura.

La celebración de los 25 años de Entrenubes representa, también, el reconocimiento a las comunidades que han sido históricamente sus guardianes. Gracias a su labor, el parque sigue creciendo y consolidándose como un espacio de encuentro, aprendizaje y bienestar colectivo. La Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá reiteró su compromiso con la protección y restauración de este territorio estratégico, asegurando su vigencia como refugio de biodiversidad y vida para las presentes y futuras generaciones.

Un bosque altoandino es un ecosistema propio de las regiones montañosas elevadas de los Andes, caracterizado por su vegetación nativa adaptada a climas fríos y suelos ricos en materia orgánica. Este tipo de bosque desempeña un papel clave en la regulación del agua, almacenamiento de carbono y mantenimiento de la biodiversidad.

En el caso de Entrenubes, la preservación de bosques altoandinos no solo asegura la continuidad de múltiples especies nativas, sino que contribuye a la protección de las fuentes hídricas y los servicios ambientales que benefician a toda Bogotá. Por ello, los esfuerzos de restauración y conservación en estos ecosistemas resultan prioritarios en la estrategia ecológica de la ciudad.