Jardines urbanos en crisis: El reto de rescatar las zonas verdes que Bogotá está perdiendo día a día
Bogotá cuenta con un espacio de información muy completo donde la ciudadanía, residentes y extranjeros pueden consultar la información que les interesa sobre Bogotá, su historia, sus localidades, la gestión y principales noticias de la Administración Distrital.
Visitar sitioEl renacer de los jardines en Suba enfrenta nuevos desafíos: ¿puede la comunidad convertir el deterioro en oportunidad?
Bogotá, una ciudad que busca promover la restauración de la cobertura vegetal y la protección ambiental, enfrenta un escenario complejo cuando se observa la situación de los jardines urbanos. Un caso emblemático se encuentra en la avenida El Rincón-Tabor, en la localidad de Suba, donde el Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis ha asumido la intervención de 80 materas, jardines y zonas verdes con el objetivo de recuperar estos espacios que han sufrido un notable deterioro. Según lo informado por el sitio web oficial de Bogotá y validado por el Jardín Botánico de Bogotá, estas áreas verdes han perdido su vitalidad debido a diversas acciones humanas que han tenido efectos devastadores sobre la vegetación y la fauna que dependen de ella, como abejas y mariposas.
Este declive no solo resulta de la negligencia, sino también del uso indebido de estos espacios por parte de la comunidad. Los residuos sólidos se acumulan sistemáticamente y las pisadas de los transeúntes han afectado la integridad de las materas. Además, algunos ciudadanos las utilizan como baños públicos, mientras los vendedores informales colocan mercancías sobre las plantas, ahogando su crecimiento. Los comerciantes de alimentos fritos desechan aceite usado directamente en los jardines y algunos habitantes de calle instalan cambuches en medio de los parterres. Sumado a esto, la irresponsabilidad de los dueños de mascotas, cuya falta de control permite que los perros revuelquen y deterioren la vegetación, agrava aún más la situación.
La situación se intensifica con la presencia de bicicletas y motocicletas que son estacionadas sobre los jardines, contribuyendo a la devastación de las coberturas logradas. Según el relato de Araminta Pulido, residente de la zona por más de cuarenta años, la zona experimentó un inicial renacimiento tras las obras de adecuación, pero el descuido y las prácticas perjudiciales propiciaron una rápida pérdida de las cerca de 30.000 plantas de especies como hiedra miami, hebe enano y bella a las once.
El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), entidad responsable de las obras, entregó oficialmente las jardineras al Jardín Botánico de Bogotá a finales de 2023. Diana Castro, ingeniera agrónoma encargada del proyecto, comenta que desde la recepción del área se notó el alto grado de daño: algunas materas habían perdido por completo su vegetación y fueron convertidas en depósitos informales de basura.
Durante el primer semestre de 2024, el equipo de jardinería realizó el replante de unas 5.600 plantas de diversas especies y ejecutó labores constantes de mantenimiento como recolección de residuos, deshierbe, riego y fertilización. Paralelamente, el equipo social del Jardín Botánico informó e involucró a la comunidad, logrando compromisos verbales de vendedores informales y vecinos para cuidar los espacios. Sin embargo, cuando el equipo regresó dos meses después, se constató que el deterioro había avanzado incluso más allá: en la alameda de la calle 130A, con 29 jardineras, los vendedores informales y la acumulación de escombros ahogaban a las plantas, mientras que la zona de la calle 128B Bis había perdido prácticamente toda su vegetación, convertida en un terreno árido lleno de basura y vehículos estacionados.
La situación ha sido motivo de tristeza e indignación para los habitantes que sí valoran el entorno, como expresa Araminta Pulido. La falta de apropiación y sentido de pertenencia por parte de algunos miembros de la comunidad evidencia cuán frágil es la conservación de los espacios verdes cuando las dinámicas sociales y económicas los sobrepasan.
¿Qué implica la responsabilidad comunitaria en el cuidado de los jardines urbanos?Una de las preguntas más recurrentes ante esta problemática es el papel que cumple la responsabilidad colectiva en la conservación de los espacios públicos ajardinados. La recuperación de la cobertura vegetal y el mantenimiento de los jardines urbanos, como los de la avenida El Rincón-Tabor, requiere no solo la intervención de entidades como el Jardín Botánico de Bogotá y el Instituto de Desarrollo Urbano, sino un compromiso activo de los habitantes y comerciantes del sector.
Este compromiso incluye acciones tan simples como evitar arrojar basura, respetar las zonas verdes y manejar adecuadamente los residuos de mascotas, así como exigir corresponsabilidad a quienes utilizan la vía pública para actividades económicas. Solo a través de una apropiación comunitaria real podrá lograrse la sostenibilidad en estos proyectos y garantizar que los jardines cumplan su papel ambiental y social en la ciudad.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
Temas Relacionados:
Recomendados en Nación
Te puede interesar
Estados Unidos
“Salgan del país”: EE. UU. lanzó alerta a sus ciudadanos que viven o viajan hacia Venezuela
Fútbol
Oficial: este es el grupo de la Selección Colombia para el Mundial de 2026; rivales inéditos
Bogotá
¿Fue por venganza? Versión por la que Zulma Guzmán habría envenenado a dos niñas en Bogotá
Bogotá
Zona industrial, en Bogotá, cambiará: tumbarán bodegas y construirán viviendas, según Galán
Bogotá
Pico y placa en Bogotá cambia en diciembre por orden de Galán: así va a funcionar
Mundo
Sale a la luz origen de las lanchas que bombardea gobierno de Trump: ¿de quiénes son?
Sigue leyendo