Cae ‘Los Pumas’: así operaba la temida banda que robaba autos de lujo y de apps de transporte en Bogotá
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El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
Visitar sitioLuego de dos años de investigación, caen 'Los Pumas', temida banda que azotaba a conductores en Bogotá.
En un operativo que marca el resultado de más de dos años de exhaustiva investigación, la Policía Metropolitana de Bogotá logró la captura y desmantelamiento de una organización criminal identificada como ‘Los Pumas’. Este grupo delictivo, conformado por ciudadanos colombianos, había ganado notoriedad por su participación en el robo sistemático de vehículos de alta gama y de aquellos vinculados a plataformas de transporte digital en varias localidades clave de la capital colombiana, como Puente Aranda, Kennedy, Fontibón, San Cristóbal, Engativá, Usaquén y Suba. Según información oficial recopilada por la Seccional de Investigación Criminal (Sijin) y la Fiscalía General de la Nación, ‘Los Pumas’ operaban con un claro patrón y un alto grado de organización interna.
La metodología delictiva empleada por la banda era precisa. El grupo contactaba conductores mediante aplicaciones de transporte, quienes, al aceptar los servicios solicitados, se convertían en objetivos para sus acciones. Una vez a bordo del vehículo, integrantes de la organización amenazaban a los conductores con armas de fuego, despojándolos de sus automóviles y abandonando a las víctimas en zonas apartadas. Posteriormente, los vehículos robados eran trasladados a garajes propiedad de los mismos miembros del grupo o a parqueaderos ubicados en diferentes centros comerciales, dificultando así su rastreo.
Entre los 12 capturados por orden judicial, destacan los alias ‘Nicky’, encargado de la intimidación armada; ‘Paula’, responsable de la logística en la solicitud de servicios; y ‘Celeita’, quien conducía los vehículos sustraídos, pese a estar bajo detención domiciliaria desde 2024 por un delito similar y tener antecedentes por receptación y tráfico, fabricación y porte de estupefacientes. La coordinación y roles definidos dentro de la organización facilitaron al grupo su operación durante un tiempo prolongado.
Las autoridades atribuyen a ‘Los Pumas’ al menos 21 casos de hurto denunciados, con un impacto económico cercano a los 2.450 millones de pesos colombianos. Tras la operación, nueve de los detenidos recibieron medida de aseguramiento en un centro penitenciario, mientras que el resto fue enviado a prisión domiciliaria. Según datos de la Policía Metropolitana, el hurto de automotores en Bogotá ha experimentado una disminución del 22 % en 2025, equivalente a 888 casos menos que en el año anterior. Todo este proceso investigativo y judicialidad ha sido respaldado por fuentes oficiales como la Fiscalía General de la Nación y reportado por El Espectador.
Esta acción evidencia la importancia de la cooperación entre organismos de investigación y justicia para enfrentar el crimen organizado que afecta a ciudadanos particulares y a servicios de movilidad en la ciudad. Además, subraya la constante preocupación por la aparición de nuevos métodos de operación criminal y la adaptación de los mismos a herramientas tecnológicas disponibles en el mercado colombiano.
¿Cuáles son las consecuencias legales para quienes integran bandas de robo de automotores en Bogotá?
Entender las implicaciones jurídicas es fundamental, ya que delitos relacionados con el hurto de vehículos a gran escala suelen ser juzgados bajo las tipificaciones de concierto para delinquir y hurto calificado y agravado. Está clasificación depende de factores como el nivel de violencia, el valor de lo hurtado y la reincidencia de los responsables, según detalla la información judicial.
La severidad de las penas y las medidas de aseguramiento varían, desde prisión domiciliaria hasta reclusión en centros carcelarios, como se ha evidenciado en este caso por parte de la Policía Metropolitana de Bogotá y la Fiscalía General de la Nación. Este contexto legal busca enviar un mensaje disuasorio y proteger a quienes circulan por las vías capitalinas, brindando herramientas para la prevención y la denuncia de estos delitos.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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