Cae ‘Los Pumas’: la banda que robaba carros de lujo en Bogotá usando apps y acechando a mujeres

La lucha contra la delincuencia en Bogotá continúa mostrando resultados destacados en el enfrentamiento a las bandas organizadas que operan en la capital. Según información de la Policía Metropolitana de Bogotá, la Fiscalía General de la Nación y la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia (SDSCJ), un reciente operativo derivó en la captura, mediante orden judicial, de 12 integrantes de la organización criminal conocida como ‘Los Pumas’. Este grupo venía dedicándose al hurto de vehículos de alta gama y de plataforma en diversas localidades como Puente Aranda, Kennedy, Fontibón, San Cristóbal, Engativá, Usaquén y Suba.

Luego de dos años de trabajo investigativo, las autoridades establecieron el modus operandi de esta banda. Según lo anunciado por la SDSCJ, los delincuentes solicitaban los servicios de transporte por medio de aplicaciones digitales. Una vez el conductor aceptaba el recorrido, lo intimidaban con armas de fuego para apropiarse del automóvil, y posteriormente abandonaban a la víctima en lugares remotos. Además, en otros casos, los criminales esperaban que los ciudadanos estacionaran sus vehículos frente a sus viviendas para atacarlos en grupo, empleando la violencia física y el atraco para despojarlos de sus automotores.

Según el secretario de Seguridad, César Restrepo, “estos delincuentes se concentraban en mujeres para cometer sus delitos. Esto, además de ser cobarde y altamente violento, hace de estos criminales que sean de altísima peligrosidad, por eso esperamos que queden tras las rejas por muchos años”. Esta afirmación evidencia no solo el alto nivel de violencia que caracterizaba a la banda, sino su predilección por víctimas vulnerables, acentuando la peligrosidad de sus acciones.

Después de cometer los robos, los vehículos sustraídos eran trasladados a garajes privados u ocultos en parqueaderos de centros comerciales. Las investigaciones permitieron establecer, conforme a los informes de las autoridades, que en ocasiones los automotores eran desmantelados o comercializados a través de redes sociales, muchas veces con placas y licencias falsificadas, a precios por debajo del mercado.

Durante el operativo fueron capturadas personas con diferentes funciones dentro de la organización. Entre ellas, alias Nicky, quien intimidaba a las víctimas armado; alias Paula, encargada de solicitar los servicios a través de plataformas digitales; y alias Celeita, conductor experimentado, que ya contaba con medidas judiciales y varias condenas por delitos relacionados con hurto, receptación y tráfico de estupefacientes.

Las capturas se materializaron tras ocho diligencias de allanamiento en Kennedy, Bosa, Ciudad Bolívar y Rafael Uribe. Como resultado, se incautaron un arma de fuego tipo changón y cuatro teléfonos móviles, herramientas utilizadas en la comisión de los delitos. A los capturados se les imputaron cargos de concierto para delinquir y hurto calificado y agravado, y nueve de ellos recibieron medida de aseguramiento en centro carcelario. El daño causado por sus actividades suma cerca de 2.450 millones de pesos en renta criminal, con al menos 21 casos formalmente denunciados.

Las autoridades resaltan que, como efecto de las operaciones de 2025, el hurto de automotores en Bogotá ha disminuido en un 22 %, es decir, 888 casos menos respecto al año anterior, lo que representa un avance significativo en la seguridad ciudadana. Tanto la Policía como la Secretaría de Seguridad hacen un llamado a la ciudadanía para continuar reportando hechos sospechosos a la Línea 123, en aras de mantener la tranquilidad y contribuir a la desarticulación de estas estructuras delictivas.

¿Qué es el delito de receptación y cuál es su relevancia en estos casos?

El delito de receptación, mencionado al describir los antecedentes de los capturados, consiste en adquirir, recibir, vender o de cualquier manera aprovechar bienes provenientes de actividades ilícitas, como el robo. En el contexto del caso de ‘Los Pumas’, la receptación cobra especial importancia dado que una parte de su operación era comercializar los vehículos hurtados, bien sea desmantelados o con documentación falsa, generando un círculo delictivo que abarca desde el asalto hasta la venta ilegal.

Comprender el delito de receptación ayuda a dimensionar la cadena del crimen, pues no solamente el autor material del hurto incurre en responsabilidad penal, sino también quienes, conociendo el origen ilícito de los bienes, intervienen en su comercialización o usufructo. Este enfoque integral permite enfrentar de manera más efectiva la criminalidad, afectando tanto a los ejecutores directos como a quienes sustentan el mercado ilegal.